Mostrando 1 a 10, de 47 entrada/s en total:
19 de Agosto, 2014
□
CRÓNICAS |
|
EL PAPA QUE SALIO DE MACONDO
Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta
Argentina, del latín argentum
“plata”, por el río impetuoso y ancho que dio su nombre al Virreinato,
aludiendo tal vez a que los españoles lo utilizaban para trasladar la plata
desde los profusos yacimientos de Potosí.
Región legendaria al sur del
Septentrión con ríos desmesurados cuya anchura marea como un mar, con desiertos
inmensurablesque nunca se agotan, con cataratas nunca vistas porojos de hombre
alguno, con ciudades perdidas refulgentes de oro y de piedras preciosas.
Macondo latoy extendido caído de toda cartografía.
Argentina, región de la
aurora, a la que puso crisma y nombre el poeta y sacerdote Martín del Barco
Centenera. Fundaciones en los confines, gallardetes, estandartes y arcabuces.
Frailes con paso de sotana, aventureros de toda laya, ganado cimarrón por
doquiera yregiones misteriosas donde se cuecen habas y legumbres.
Argentina, reino de la
abundancia y la desmesura, donde sus habitantes originarios “viajan del mito a
la realidad” y donde conviven los arcanos con la excelencia, la realidad con la
negación, el orden con la entropía, la ciudad con el páramo y los hombres y
mujeres de limpio corazón con timoratos de toda laya.
Argentina: un nombre y un
destino, una frustración y una esperanza, un credo y una farsa, un empeño moral
y la aleve usurpación de inicuos y
mendaces que la ponen de rodillas y que son piedra de escándalo para el mundo.
Argentina, Macondo al Sur de
todas las intenciones, magnífica con su cordillera de nieves eternas, con la
albura de sus glaciares, con el mar de arenas y gaviotas, con sus ríos
arteriales, el umbrío follaje de sus impenetrables, con el prodigio liminar de
su Patagonia ahíta de leyendas y de fantasías. Nueva arcadia nunca vencida,
huella primordial del hombre ascendente y puro, cuna de la humanidad.
Argentina, una patria en las
nacientes, una tierra bendecida donde se abren las esclusas de todas las
virtudes, un solar donde el viento apesebra y vela el sueño de sus hijos.
Argentina, un destino, el
umbral de tiempos mejores donde la Cruz del Sur que vislumbrara el Dante rige
con su derrotero de presagios augurales, una tierra de promisión para los
hombres y mujeres de buena voluntad, un romance consuetudinario y mágico que
viene de edades milenarias, un sueño entre visillos y una ecuación que no
encuentra todavía sus portentos.
Argentina, tierra de todo
beneficio donde fluye leche y miel, huerto deleitoso, pero también la madre de
hijos paridos para la incertidumbre, los desatinos, las controversias y los
desencuentros. Donde algunos levitan de santidad laica y otros estafan a
destajo.
Argentina de los unos y de los
otros, de ellos y de nosotros. Pero unívoca y entrañable. Sanguínea. Nuestra. Un
arrebato en los goznes de la historia. Un buen aire. Un cuerno de toda
abundancia y de riquezas pero mal distribuidas, con una cabeza de Goliat y un
cuerpo raquítico. Y con el interior más interior de todos los interiores.
Argentina tantas veces
pregonada con redoble de atabales y de tambores. Glosada por sus escritores y
poetas, puesta en pentagrama por sus músicos, pintada por sus artistas, pensada
por sus filósofos, educada por sus maestros, acrisolada por científicos y
médicos que alcanzaron la cima de su excelencia. Argentina señorial junto al
río color de ratón.
Argentina con sus grandes
valores deportivos, con sus mitos enaltecidos más allá de cualquier
cuestionamiento, con sus beatos camino a la santidad, con sus hombres y
mujeres, jóvenes y no tan jóvenes que cada día la construyen con el trabajo
cotidiano.
Porque Argentina es la Patria:
una construcción colectiva, un ensueño común, un destino de grandeza, un
sentimiento conjunto.
Argentina de los ubérrimos
ganados, de todos los climas y regiones; una tropilla de caballos al amanecer
según Jorge Luis Borges. Un destino, porque quién tiene un nombre tiene un
destino.
De estas regiones, de este
continente mágico, de esta urdimbre, de esta exuberancia, de este Macondo
sorprendente, de este fin del mundo salió un Papa para toda la cristiandad.
Como escribió García Márquez
en “Los funerales de la Mamá Grande un día “los bronces
cuarteados de Macondo se entreveraron con los profundos dobles de la Basílica
del Vaticano”.
|
|
publicado por
lineasur a las 09:32 · 1 Comentario
· Recomendar |
|
15 de Agosto, 2014
□
POEMAS |
|
ARBOLITOS DE MI PUEBLOJorge CastañedaValcheta (RN)Arbolitos que en invierno Se quieren como secar Sin savia por sus ramajes Sin hojas para abrigar Y qué solitarios se quedan Sin pájaros que cantar.
Arbolitos de las chacras En la tarde de cristal Abajo del Mirador Como dormidos están En el violín de sus troncos El viento quiere tocar.
Arbolitos de mi pueblo Compañeros de mi andar Son pequeños soldaditos En fila y en su lugar. Si me habrán acompañado Con su sombra servicial.
Arbolitos de Valcheta Nadie los puede olvidar Hoy están como dormidos Porque el invierno se va. Mañana otra vez de verde Sus hojas han de brotar. |
|
publicado por
lineasur a las 09:32 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
30 de Mayo, 2014
□
CRÓNICAS |
|
Meseta rocosa, reino de la piedra, de la arcilla, de la arena y de la sal. Con una altura irregular de 130 a 160 metros, con una dimensión aproximada de 1800 metros de frente sobre el mar y una profundidad costa adentro de unos 800 metros promedio, con el mar de la Bahía sin Fondo por un lado y la inmensidad monótona de la estepa patagónica por el otro, se levanta la formación ¿natural? del Fuerte Argentino en el Golfo de San Matías. Centinela legendario, ¿Muelle? ¿Castillo? ¿Fuerte? ¿Otrora una isla rodeada de mar? ¿Lugar de entrada de los caballeros templarios con la reliquia del Santo Grial? Fantasías. Leyendas. Indicios. Teorías. Búsquedas. “Una vez sobre el Fuerte Argentino, mi espíritu sintió una nostalgia incontenida, una infinita emoción agridulce, como si el pasado humano estuviera concentrado en la entraña misma de la tierra” escribió la historiadora Josefina Gandulfo Arce en su libro sobre Las Grutas. ¿Era una isla el Fuerte Argentino rodeada de mar? ¿O era una isla rodeada de agua dulce por la desembocadura del Río Negro? El historiador Raúl Entraigas en su interesante libro “El fuerte del Río Negro” cita que este río era tan desconocido que Floridablanca expresa que “En la Bahía sin Fondo o Punta San Mathías desagua el río Negro o de los sauces”. Y Entraigas aclara que “Por otra parte, casi todos creían que el río de los sauces desembocaba en San Antonio y que en otras épocas, seguramente el Golfo de San Matías habría sido su boca”. ¿Había en el Fuerte Argentino hombres desconocidos que lo poblaban? El Virrey Juan José de Vértiz le advierte a Juan de la Piedra en su extensa instrucción sita en el Legajo 331 del Archivo de Indias en el General de la Nación que “entre el Negro y el Colorado viven los indos de nación Tegüelchú vaxo el mando del cacique Negro, el cual ya tiene permiso de venir a la Capital, que le den cartas para Buenos Aires. Los emisarios del cacique Negro aseguran que en la isla que hay dentro de la Bahía sin Fondo, están poblados ciertos indios o gentes no conocidas de quienes viven muy recelosas”. Y pide que investiguen eso. Le pide se entere, por medio de los aborígenes, si llegan barcos allá, y si tienen noticia de que haya extranjeros en el interior del país. ¿Quiénes eran estos desconocidos que habitaban la isla del Fuerte? Los osados que buscan en la Patagonia el derrotero del Santo Grial traído por los caballeros templarios para protegerlo citando antiguas zagas mitológicas aseguran que el mismo era una antigua fortaleza habitada por “hombres blancos” y afirman que en los antiguos manuscritos del caballero Perlesvaus, éste al llegar a las costas patagónicas en el Golfo de San Matías muestra su sorpresa porque “El castillo se divisa sobre una ínsula en el mar. El aspecto del fuerte al acercarse desde el mar es el de una isla. Y afirman que en cuanto la nave tomó puerto debajo del castillo, el mar se retiró de modo que la nave quedó en tierra seca”. Un dato más dicen los investigadores sería que se trata de la Bahía sin Fondo porque “la diferencia de mareas toma por sorpresa al piloto de la nave, dado que la diferencia entre pleamar y bajamar delante del Fuerte Argentino suele ser de hasta 10 metros, algo totalmente inusual en el resto del mundo”. Otro aporte a este misterioso promontorio lo dan las “planches” del Atlas confeccionado por el francés Martín de Moussy (geógrafo y científico contratado por el gobierno de la Confederación) que en el punto geográfico del Fuerte está marcado con dicho símbolo con la leyenda “Ancien Fort Abandonné” o sea antiguo fuerte abandonado. Destacamos que los precisos estudios geográficos del Dr. Jean Antoine Víctor Martín de Moussy, en especial su “Desccription Geographique et statistique de la Confederatión Argentine” publicada en tres tomos y un atlas fue imprescindible para futuras investigaciones sociales. Lo notable del caso es que el mismísimo Julio Verne al escribir sus libros ambientados en la Patagonia, la cual no conocía, se valiera del trabajo del médico francés. Es así que menciona entre los antecedentes de viajeros y exploradores franceses a “Alcides D’ Orbigny y a mi honorable colega el doctor Martín de Moussy”. Por tradición oral algunos antiguos pobladores del predio aseguran que “tiene el lugar una historia antiquísima y que antiguamente era un fuerte que en la cara que daba al mar tenía cañones emplazados” Visto desde arriba el Fuerte Argentino se asemeja a un par de alas de un pájaro inmenso dirigiéndose hacia el mar. Actualmente hay una búsqueda de material relacionada con el Fuerte, los templarios y la gesta del Gríal y empresas de turismo que salen desde Las Grutas para visitarlo y luego entregar a los visitantes de un Certificado de Caballero Templario como recuerdo de la excursión. ¿Otro misterio en plena Patagonia argentina? ¿Otra leyenda? ¿Otra impronta mágica y mística para esta tierra de aventuras? Que los osados saquen sus propias conclusiones. Jorge Castañeda Escritor – Valcheta |
|
publicado por
lineasur a las 10:25 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
28 de Mayo, 2014
□
CANCIONES |
|
EL BUENO DE PACHANGA
Ruben Peinipil, "pachanga"
vive en el hospital y pasa sus horas haciendo amigos y recordando seguramente
aquellos años en que recorría las calles de Valcheta.
Por las calles de mi pueblo
Venía el bueno de Pachanga
Con su torpe desaliño
Su delirio de palabras.
Se aparecía por la esquina
Con la gorra revirada
Con sus perros callejeros
Y sus gritos a la nada.
Con sus grandes zapatones
Habrá andado madrugadas
Caminando por Valcheta
Con su figura cansada.
Solía juntar las botellas
¡Quién dijo no hacía nada!
Lástima estaban vacías
Y que no podía llenarlas.
Era el cuco de los niños
Este bueno de Pachanga
Con sus cosas incoherentes
Y sus ropas agrandadas.
Hoy lleva con su ternura
Una vida reposada
Querido por todo el pueblo
Sólo sabe de bonanzas.
El Hospital su querencia
Y risueña la mirada.
Y como escucha la radio
No se cansa de escucharla.
Personaje de mi pueblo,
Compañero de la nada.
¡Qué triste sería Valcheta
Sin tu figura Pachanga!
Jorge Castañeda
Valcheta (RN)
|
|
publicado por
lineasur a las 13:02 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
14 de Mayo, 2014
□
POEMAS |
|
HAN BROTADO LAS FLORES DE MIS
CACTUS
Han
brotado las flores de mis cactus.
Su color de azafrán, su
terciopelo,
Y esa fosforescencia
anaranjada
Que suma su color a mis
momentos
Y alegra la rutina de mis
actos.
Han brotado las flores de mis
cactus
Y mi hija no se encuentra para
verlos.
Han brotado las flores de mis
cactus
Bellas como corolas en secreto
Y tienen una gracia que
engalana
La placidez tranquila de mi
huerto.
Han brotado las flores de mis
cactus.
No lo hacen todos los años. Es
cierto.
Pero algo ha de tener esta
mañana
Para abrir su crisálida de
fuego.
¡Oh, dicha del edén y de su
pacto!
Han brotado las flores de mis
cactus
Y mi hija no se encuentra para
verlos.
Han brotado las flores de mis
cactus
Y todo tiene una actitud de
rezo:
Mi alma, el jardín, el árbol y
la casa,
Y la fugacidad que tiene el
tiempo.
Han brotado las flores de mis
cactus
Y mi hija no se encuentra para
verlos.
Jorge Castañeda
Valcheta (RN)
|
|
publicado por
lineasur a las 10:28 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
07 de Noviembre, 2013
□
CRÓNICAS |
|
A UN CRISMON EN EL CEMENTERIO DE TRELEW Edades misteriosas, lápidas herrumbradas, Lábaro que en la piedra supo dejar la astuta Serpiente su señal. ¿Qué viejos camaradas De la lejana Gales esculpieron la hirsuta Trama de su fe? Hoy ya descascaradas Las formas del crismón, el símbolo no muta Ni envejece. Tal vez arcanas y sagradas Dan desde el Monograma su verdad absoluta. Es el Alfa y la Omega, la cruz del Salvador, La noche de la frase que observó Constantino Lejos del puente Milvio al sur del Septentrión. El doble de un espejo, el tiempo y su labor Secular con las claves que esperan su destino Y el círculo sagrado del sagrado crismón. Jorge Castañeda Valcheta (Río Negro) R. Argentina |
|
publicado por
lineasur a las 08:35 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
11 de Octubre, 2013
□
DATOS y NOTICIAS |
|
La nota del escritor de
Valcheta Jorge Castañeda “América fragante y mestiza” será leída por el
director del diario “Long Island al día en Noticias” Jesús Ríos, en el marco
del día de la herencia hispánica en el College de Brentwood de New York ante un
público mayormente integrado por académicos, estudiantes hispanos y muchos
nacidos alumnos de ese país que no hablan español.
La nota de Castañeda
desarrolla una visión del continente americano vista por poetas mestizos de la
talla de Rubén Darío, César Vallejo y Pablo Neruda entre otros. Asimismo
rescata a los pueblos pre existentes que fueron señores y totales dueños de
estas tierras exóticas antes de la llegada de los hombres blancos.
AMERICA FRAGANTE Y MESTIZA Todos los pueblos -escribió César Currulef-
cuasi como la vida misma nacieron alguna vez. “Aquel numeroso de Abraham, los
caldeos y el reinado asirio de Senaquerib, los fenicios y el imperio romano, el
gran Temuji Kan de la Mongolia, los moros invasores de la tierra castellana y
los hunos genuflexos a las puertas de la Roma cristiana”. “Y en la América fragante de Cristóbal
Colón, antes, pero mucho antes, civilizaciones mayas y aztecas, en el cenit de
su sabiduría la dejan esculpida para la posteridad”. “Al norte del hemisferio los pueblos piel
roja y bajando por las aguas del Pacífico, los incas, el reino de la Araucanía
y los pascuenses, fundadores en la inmensidad de los confines, numerosos como
las arenas del mar”. “Pero el tiempo pasa como la dicha y allá
en el Sur, a la vera del Callvulavquen hollaron sus faldeos conquistadores y
frailes, poblando la tierra, “la ciudad de los Césares”, en las barbas y ante
el asombro del pueblo mapuche”. Lo demás es historia conocida. Es traerlo a la
memoria Y entonces debo decir que también yo he venido al mundo y me asombré de
ver tanta maravilla: lagos, basalto, cóndores y nieve, como también pequeños
pájaros multicolores, que en invierno se guarecen en las cuevas a orillas del
gran lago”. “Pero al desierto Patagón, lo traigo a la
memoria porque allí viven los hombres y las mujeres de este Koñümpan, rescoldo
de vida, tibio sol en las nacientes del Chenqueniyeu arriba”. Y así es. Así debe ser. Es necesario ante
un nuevo 12 de octubre, recordar, traer a la memoria, como quiere la pluma
sabia de Currulef. América fragante y mestiza, exótica y
deslumbrante, de ríos arteriales buscando la sal de los mares, con selvas
impenetrables donde hasta el día de hoy todavía el hombre no ha hollado con sus
plantas, de cordilleras con sus picos coronados de nieves eternas, de volcanes
que cuando se enojan braman y vomitan su lava, de lagos azogados en las
alturas, de ciudades milenarias perdidas en la espesura, de piedras tutelares,
de cañadones donde el curso de los ríos han erosionado sus laderas, de estatuas
descomunales cuyo significado se pierde en la noche de los tiempos, de formas
piramidales al igual que aquellas allá en el valle del Nilo, de cataratas tan
magníficas que todas las palabras de Alvar Núñez Cabeza de Vaca no pudieron
describir a los monarcas ensimismados en su trono en España,
de animales jamás vistos: tucanes, papagayos. América del chocolate y del
tabaco, de la papa, del maíz, señor y Dios de los pueblos emplumados. América, donde el hombre primigenio trajinó
sus entrañas donde “tierra fue, vasija, párpado del barro trémulo, forma de la
arcilla, fue cántaro caribe, piedra chibcha, copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura de su arma de cristal
humedecido, las iniciales de la tierra estaban escritas. Nadie pudo recordar
después: el viento las olvidó, el idioma del agua fue enterrado, las claves se
perdieron o se inundaron de silencio o sangre”. América arboleda, zarza salvaje
entre los mares, de polo a polo balanceabas, tesoro verde, tu espesura. Tierra
mía sin nombre, estambre equinoccial, lanza de púrpura, tu aroma me trepó por
las raíces hasta la copa que bebía, hasta la más delgada palabra aún no nacida
de mi boca”. Pablo Neruda, poeta nacional de Chile. ¿Acaso no glosó el Inca Garcilaso de la
Vega las crónicas de la conquista y las pasadas glorias de los pueblos
americanos? ¿Acaso no fueron mestizos los grandes escritores del continente
como Manuel Scorza, César Vallejo y el mismo Rubén Darío “un hijo de América y
un nieto de España”? ¿No supo decir acaso el gran nicaragüense en sus versos
“Ojala hubieran sido los hombres blancos/ como los Atahualpas y Moctezumas? América tierra de aventureros, de chamanes,
¿dónde ha quedado la voz de la werken, lo saberes ancestrales de los ancianos,
las lucha de los héroes, la identidad de los hombres hijos del maíz? “América, nadie la para ya, no pueden
detenerla ni la calumnia, ni el boicot, ni nada. Este es continente de aventura
que a los aventureros se los traga, les sube por la sombra despacito y el ojo
codicioso les socava. Vendrán los desahuciados de la tierra buscando sus
riquezas legendarias hasta que un día en una sola greda se confundan las
lenguas y las razas. América, animal de leche verde, por la gran cordillera
vertebrada, hunde el hocico austral bajo el polo y descansa en su fuerza
proletaria. Camina hacia la luz, lenta y segura, con el polen del sol en las
entrañas. Y su destino torrencial fijado está en el tiempo por la Vía Láctea.
Que el hambre, la violencia, la injusticia, la voluntad del pueblo traicionada,
no harán sino aumentar su rebeldía, no harán sino apurar en sus entrañas, el
hijo de la luz que viene a unirnos en una sola espiga esperanzada. Porque
América tierra del futuro igual que la mujer, vence de echada. Jaime Dávalos,
poeta de Salta. Hoy es el día de rescatar nuestra
identidad, de recuperar el latido primordial de nuestra tierra de valor
inmanente, consuetudinario. Este continente que nos dice con la voz del poeta
“Sube a nacer conmigo, hermano americano”. Jorge Castañeda Escritor - Valcheta
|
|
publicado por
lineasur a las 09:48 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
27 de Septiembre, 2013
□
CRÓNICAS |
|
Publicado en Diario Río Negro el 23/09/13
La importancia de leer
Se celebra el Día de las Bibliotecas Populares. Espacios para acercar los libros a los lectores. Jorge Castañeda (*) La lectura tiene una importancia fundamental en la formación integral de las personas y los estados deberían bregar incansablemente para que su difusión alcance a las grandes mayorías. Sólo los pueblos ilustrados conocen su pasado, viven con plenitud el presente y están mejor preparados para aguardar las zozobras del futuro. La lectura nos despierta la mente, nos educa, es la práctica más importante para el estudio, nos aporta conocimientos, nos da placer, nos interpela, nos enriquece, pero fundamentalmente nos hace mejores personas. Sólo mediante la lectura podemos entender mejor las cosas que nos pasan. Ya sean libros de textos, de poesía, de ficción, ensayos o diarios y revistas. Dicen que Cervantes "leía hasta los papeles rotos de las calles". Yo desde mi infancia fui formado por los libros. Mi alma se llenó de aventuras con Emilio Salgari, Julio Verne, Walter Scott, Miguel Cané, Juana de Ibarbourou, Alejandro Dumas y tantos otros autores que vendrían después. Cada uno de ellos me deja un deslumbramiento y al leer sus obras descubro verdaderos universos. Soy en lector compulsivo. Para que los hijos sean lectores en nuestras viviendas debemos tener libros por todos lados y en todos los ambientes, hasta en el baño (no hay mejor lugar para leer que el baño) porque el libro sabe esperar hasta que alguien lo abre y una vez producido ese milagro jamás se perderá la magia que transmite la palabra escrita. Por eso se deben abrir bibliotecas y acercar los libros a los lectores. No sea que suceda como en esa vieja copla popular que tristemente decía que "Madrid, ciudad bravía/ entre antiguas y modernas/ tiene trescientas tabernas/ y una sola librería". Solo se puede ser un gran escritor si se es un gran lector. Porque la literatura es un edificio que se erige ladrillo a ladrillo y todos son importantes. Y ese oficio tan veleidoso sólo se aprende leyendo. Por eso Jorge Luis Borges supo decir "que otros se jacten de los libros que han escrito, a mí me enorgullecen los que he leído". Y también escribió que "la gran diferencia entre escritor y lector es que el escritor escribe lo que puede, y el lector lee lo que quiere". Y como él, cuántos nos hemos imaginado el paraíso en la forma de una biblioteca. La lectura es un hábito que se debe inculcar desde la más tierna infancia. Leyendo por las noches un cuento a nuestros párvulos, en el jardín de infantes y en la escuela primaria destinar un espacio especial para leer en voz alta. En la secundaria es esencial trabajar con textos clásicos porque su lectura es muy importante en esa edad en que el ser humano está en plena formación. Y cuánta falta hace políticos que sean buenos lectores. "Si hubiera más políticos que supieran de poesía, y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor para vivir" dijo John Kennedy. Gabriel García Márquez escribió un texto genial donde dice: "debo ser un lector muy ingenuo, porque nunca he pensado que los novelistas quieran decir más de lo que dicen. Cuando Franz Kafka dice que Gregorio Samsa despertó una mañana convertido en un gigantesco insecto, no me parece que eso sea le símbolo de nada y lo único que me ha intrigado siempre es qué clase de animal pudo haber sido. Creo que hubo en realidad un tiempo en que las alfombras volaban y había genios prisioneros dentro de las botellas. Creo que la burra de Balaán habló -como dice la Biblia- y lo único lamentable es que no se hubiera grabado su voz, y creo que Josué derribó las murallas de Jericó, y lo único lamentable es que nadie hubiera transcrito su música de demolición. Creo, en fin, que el licenciado Vidriera -de Cervantes- en realidad era de vidrio, como él lo creía en su locura, y creo de veras en la jubilosa verdad de que Gargantúa se orinaba a torrentes sobre las catedrales de París. Más aún: creo que otros prodigios similares siguen ocurriendo, y que sí no lo vemos es en gran parte porque nos lo impide el racionalismo oscurantista que nos inculcaron los malos profesores de literatura". Y tiene razón el colombiano: hay que leer para soñar, para colmarnos de fantasías, para descubrir arcanos que no estaban velados. Como dice el pícaro de Estebanillo González un lector con los libros debe ser "mosquito de todos los vinos, mono de todas las tabernas, raposa de todas las cantinas, cuervo de todas las mesas". Porque a la lectura tenemos que ir como somos y una vez entrado el gusto dejaremos de hacerlo de Pascuas a Ramos. No hay que esperar una maratón ni que sea el día de las bibliotecas para leer: hay que leer siempre. Cuando y donde se pueda. Aunque la lectura le robe tiempo a nuestro descanso nunca saldremos desfavorecidos por el contacto con el libro. A veces hasta una frase feliz nos puede salvar la vida. Yo como muchos tengo libros de cabecera: la Biblia, las "Vidas paralelas" de Plutarco, los clásicos, biografías, mucha poesía, "El Quijote", Shakespeare, el Ulises, la trilogía de Marechal, "Rayuela" de Cortázar, ensayos, teología, historia, filosofía y más; mucho más. Pero como mucho me falta todavía, eso me da cierta impotencia al saber que ya habrá millones de libros que nunca podré leer. También soy un gran lector de diarios y revistas. Ya sea en soporte papel o la edición virtual. Leyendo me siento feliz. Aprendo. Tengo sed de conocimiento. Me da placer. Con los libros viajo sin moverme del lugar. Descubro perlas. Transito lugares donde nunca estaré. Y hasta viajo en el tiempo hacia el pasado o hacia el futuro. La lectura es mi compañera desde niño y jamás me ha defraudado. Tan es así que en los momentos difíciles de mi vida supo mitigar mis dolores y me ayudó a superar los trances. En este mundo posmoderno, especializado y exigente la lectura es la base de la sociedad del conocimiento; pero cuidado, porque leer despierta conciencias y menos personas pueden ser engañadas. Ya lo decía Sarmiento "el saber es riqueza y un pueblo que vegeta en la ignorancia es pobre y bárbaro" y eso rige también para las personas. Si la lectura fuera patrimonio de todos, sin duda que este mundo sería un lugar mejor para vivir y no se cometerían tantas atrocidades. No en vano el Evangelio de San Juan dice que "en el principio era el Verbo": la palabra, el logos, y la palabra está en los libros y los libros están para leerlos. A los lectores del mundo, salud. Y a los que no lo son todavía están a tiempo para unirse a la cofradía. (*)Escritor - Valcheta. |
|
publicado por
lineasur a las 09:17 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
18 de Septiembre, 2013
□
CRÓNICAS |
|
Publicado en Long Island al día -New York -USA
EL OLVIDO DE SER SESOSTRIS VITULLOLialdia.com / Hace ya sesenta años que moría en Paris, de hambre, de olvido y de miseria, ante la indiferencia del mundo, el gran escultor argentino Sesostris Vitullo. ¿Quién era este hijo de inmigrantes italianos, el primero de catorce hermanos, que abrió los ojos a la vida en el porteño barrio del Abasto? Ante su deceso, su mujer Marie, escribiéndole a Ignacio Pirovano le dice que murió “por causa de su estómago contraído, la decepción sufrida por el desinterés y frialdad de sus contemporáneos y por el mal de Cilicoce”. Algunos pocos artículos –hoy casi inhallables- se han referido a este artista y a su obra: esculturas en piedra. Sesostris es otro de los grandes olvidados de la cultura nacional. La autobiografía de Vitullo glosa que “Adolescente, frecuentaba los talleres de las corporaciones de arquitectos, escultores, carpinteros y cerrajeros venidos a la Argentina para construir los bastimentos y fachadas de las casas al estilo francés. Yo me enteré no mal a través de ellos del gran tema del arte, la vida de los atelieres de París, sus opiniones sobre escultores como Rude, Carpeaux, Rodín: todas estas inquietudes se agrandaron en mí hasta que sentí el deseo de tallar, de esculpir la dura materia que más resistía al esfuerzo del hombre, llegando a desasosegarme”.
Orlando Pierri deja un verdadero retrato de Sesostris en París: “Unos golpes imperiosos llamaron a la puerta de mi atelier en Montparnase. Di paso a un hombre muy apuesto y bien vestido, que me hablaba en francés. Al pronto descubrí en su acento que era argentino; me quería conocer y se presentó como Sesostris Vitullo. La visita se prolongó hasta bien entrada la noche. Compartió lo poco que con mi mujer podíamos ofrecer: una taza de té, y algunas galletas. Fuimos caminando hacia su taller. Sus obras estaban tapadas por lienzos y cada una de ellas, al descubrirla, nos ponía en contacto con la obra de un genio. Aquel taller era un templo aunque su oficiante comía raíces y, en los mejores días, algo de polenta. Recién cuando las emociones lograron calmarse en mí distinguí que su ropa estaba constituida por un zurcido total, pero impecable en cuanto aseo y planchado. Más tarde yo mismo encargaba a mis amigos que viajaban a París, llevarle ropas, calzado y la yerba mate de la que Vitullo no podía prescindir. Por ese entonces los paquetes de yerba incluían dos círculos de madera como embalaje y más de un tondo de Vitullo está tallado de ese material. También usaba la tirantería de las demoliciones y hasta llegó a desguazar la mesa de cocina, la única, del austero mobiliario qu7e su familia tenía”. El escritor Abel Posse, diplomático a la sazón por aquellos años en la embajada argentina en Paris, hace mención en su última novela “El lobo” sobre las peripecias de Vitullo y la miseria en que vivía, a pesar de ser uno de los grandes escultores argentinos. Sin embargo es a Orlando Barone a quién debemos un excelente texto sobre las peripecias de una de sus esculturas más famosas, publicado en la revista CRISIS Nº 2, en Junio de 1973. “En 1950 Salvador María del Carril, por entonces encargado de negocios de la Argentina con Francia, consultó con Horacio Pirovano la posibilidad de encargarle a Sesostris Vitullo un monumento a Eva Perón. Según el consejo de Pirovano no había argentino más capaz para la tarea” “Al recibir el pedido Vitullo comprendió que no podía afrontar el trabajo sin conocer algo más de Eva Perón. Le pidió, pues, a su amigo Pirovano que le informe sobre Evita. Luego de cambiar varias cartas Vitullo creyó conocer lo necesario para intentar la obra”. “He comprendido todo. Eva Perón Arquetipo Símbolo. Libertadora de las razas oprimidas de América. La veo como un mascarón de proa rodeada de laureles. Este párrafo de una carta que Vitullo envió a Pirovano sintetiza lo que habría de ser su criterio frente al monumento”.
Arquetipo Símbolo “La obra fue terminada en 1952. Es piedra. Dos caras rodeadas de laureles: un perfil es Evita y el otro perfil indio. No hay regodeos, ni complacencias, ni demagogias. El artista resume en estos trazos severos y bellísimos lo que había comprendido sobre Eva Perón, y por eso su obra se llama “Arquetipo Símbolo”. “En ese año de 1952 Vitullo obtuvo un triunfo que solo consiguieron muy pocos artistas en el mundo: una exposición de sus obras en el Museo de Arte Moderno de París. En el catálogo figura “Arquetipo Símbolo”. Antes de llevarlo a la sala de exposición donde habría de exhibirse al público francés, el artista quiso hacer conocer su trabajo en la embajada argentina que auspiciaba la muestra. Personalmente eligió el lugar que instalaran el monumento a Evita, controló la luz, revisó los detalles. Su última obra”. “Las autoridades diplomáticas ven el monumento, no hay comentarios. Una extraña frialdad sorprende al artista. Pocos días después la piedra es retirada del lugar elegido por Vitullo. Es trasladada a un sótano”. “La exposición se clausuró sin que Vitullo consiguiera que la embajada remita al Museo el trabajo titulado “Arquetipo Símbolo”. Nunca lo recuperó”. Sesostris Vitullo, uno de nuestros grandes escultores que soportó la desidia y el abandono de sus contemporáneos murió pobre y olvidado un día del mes de mayo de 1953. Como otros tantos argentinos ilustres. Jorge Castañeda jorgecastaneda20032000@yahoo.com.ar Valcheta / Argentina Del Grupo de Editores |
|
publicado por
lineasur a las 09:52 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
|
SOBRE MÍ |
Jorge Castañeda
Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.
Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.
»
Ver perfil
|
|
|
CALENDARIO |
|
Septiembre 2024 |
|
|
DO | LU | MA | MI | JU | VI | SA | | | | | | | | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
|
|
| |
AL MARGEN |
Jorge Alberto Castañeda |
Escritor y periodista de Valcheta, localidad ubicada en la Patagonia Argentina |
| |
|