CASTAÑEDA INTEGRA
EL PORTAL DE POESIA CONTEMPORANEA
El escritor y poeta Jorge Castañeda ha sido incluido en el
Portal de Poesía Contemporánea “Metapoesía” que administra el escritor y poeta
colombiano Joehan Romero, uno de los integrantes más significativos de este
nuevo movimiento literario y poético.
Romero expresa que el Portal que reúne a los mayores poetas
es una muestra significativa de la poesía iberoamericana, estando representados
en el mismo más de 30 países de todo el mundo, entre ellos Carlos barbarito,
André Cruchaga, Delfina Acosta, Hernando Guerra Tovar, Ricardo Cosa y muchos
más.
Castañeda integra el Directorio de Poetas y Escritores
(secciones de poesía y narrativa) con una nota biobibliográfica, los poemas de
su autoría “Será por la palabra” y “Una canción para Macondo” y una crónica.
Romero dio la bienvenida al escritor de Valcheta y le asignó
un espacio para nuevas creaciones tanto en prosa como en verso.
Caminaba yo con dos
amigos por la carretera, entonces se puso el sol, de repente, el cielo se
volvió rojo como la sangre. Me detuve, me apoyé en la valla indeciblemente
cansado; lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado.
Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedé atrás, temblando de miedo
y sentí el grito enorme, infinito de la naturaleza.
Pocas veces en la
Biblia se menciona la palabra aborto y en las contadas
excepciones que sí lo hace no es en el contexto ni con el significado que esa
palabra tiene tal como la conocemos hoy día.
La primera mención se hace en el libro de Éxodo, Capítulo
21, versículos 22 al 25, y es casi una copia del Código de Hammurabi donde se
castiga al aborto con una sanción económica, cuya importancia varía según la
categoría social de la mujer, donde únicamente cuando ésta es hija de un gran
señor y muere en el parto, la hija del causante del mismo es condenada a
muerte.
El texto en cuestión según la versión de la Biblia de Jerusalén traduce
que “Si, en el caso de una riña, alguien golpea a una mujer encinta,
provocándole el aborto, pero sin causarle otros daños, el culpable deberá
indemnizar con lo que le pida el marido de la mujer y determinen los jueces.
Pero si se produjeren otros daños entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo,
diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida
por herida, cardenal por cardenal”. Es decir se aplicará la ley del talión.
El comentario anexo a dicho pasaje aclara que el aborto “no
era un problema ético en la
Biblia, pues mantener el crecimiento de la población era una
prioridad del pueblo judío”.
Al respecto en la
Biblia de Estudio Vida Plena se menciona que “por el término
“abortar” se refiere al alumbramiento prematuro debido al daño contra la mujer
encinta”
Algunos teólogos entienden que en este pasaje “se considera
como un ser humano al hijo no nacido” y es de destacar que este es el único
caso en todo el libro de la ley que se pide la pena de muerte para el homicidio
accidental.
Pero como veremos hay una total coincidencia en todos los
estudiosos que en ninguna parte de la
Biblia se hace mención explícita a la práctica del aborto tal
como la conocemos en la actualidad ni mucho menos al derecho de la mujer a
decidir sobre su propio cuerpo.
La otra cita la debemos al apóstol Pablo cuando en la
primera epístola a los cristianos de la ciudad de Corinto hablando de las
apariciones de Cristo después de haber resucitado y habiéndose aparecido a
Jacobo y a todos los demás, dice según la versión Reina-Valera que “Y al último
como a un abortivo, me apareció a mí”. Más clara la Biblia de Jerusalén expresa
textualmente que “y en último término se me apareció también a mí, que soy como
un aborto”. 1 de Corintios 15 – 7:8.
Al respecto conforme al comentario de la versión de
Jerusalén dicho término debe entenderse como “una alusión al carácter anormal,
violento, quirúrgico de su vocación y que Pablo no establece diferencia alguna
entre la aparición del camino a Damasco y las apariciones de Jesús entre la Resurrección y la Ascensión”.
Como vemos está bien claro que las pocas menciones que se
hace en la Biblia
sobre el aborto están enmarcadas en el contexto de la época donde la leyes del
Antiguo Oriente babilónicas y asirias “castigaban cuando se maltrataba a una
mujer grávida, distinguiendo varios matices de pena, según fuesen las
consecuencias sufridas por la lesionada. En las leyes asirias se trata
solamente del aborto de la hija de un señor por causa de otro; éste pagará una
crecida multa, recibirá cincuenta azotes y trabajará para el rey durante
cincuenta días, o su mujer recibirá el mismo trato, compensando la pérdida del
feto con su vida; si la accidentada muriera, el culpable recibirá la muerte”
Como podemos apreciar
entre los antiguos solamente se reglamentaba la penalización del aborto cuando
era provocado por terceros, pero nada se dice cuando en forma voluntaria la
mujer decidía abortar.
Sería apropiado
agregar que el verbo hebreo usado para el caso, “yatsa”,traducido abortare en muchas versiones
castellanas significa “salir”, y realizando una lectura literal del pasaje
sería “de manera que su fruto salga”.
Algunos teólogos y especialistas en Biblia opinan que Dios
protege la vida aún desde el mismo vientre materno trayendo a colación alguna
que otra cita de los llamados textos poéticos como los del libro de Salmos y de
Proverbios.
Con respecto al debate que necesariamente debe darse en
nuestra sociedad sobre este tema tan importante se debe aclarar que una cosa es
estar a favor de una ley de despenalización del aborto y otra cosa muy distinta
es estar a favor del aborto.
Hay al respecto muchas opiniones y matices y todas deben
ser escuchadas y atendidas en el marco de la tolerancia y el respeto.
Una sociedad que atiende responsablemente a los temas más
urgentes relacionados con los derechos individuales, sin lugar a dudas está
trabajando para su propio porvenir.
En gran parte el
crecimiento de las iglesias evangélicas (las nacidas de la Reforma protestante
iniciada por Martín Lutero) en América Latina se debe mayoritariamente a la
expansión de las de culto “pentecostal”.Para analizar la evolución del movimiento evangélico es preciso
detenerse enel fenómeno del
pentecostalismo, que es una corriente muy nueva incorporada a principios del
siglo pasado, siendo fundamentalmente una tradición disidente de las iglesias
reformadas de los Estados Unidos, donde se desarrolló en las clases marginadas
entre los pobres, los negros y los inmigrantes. Esta corriente aparece en forma
independiente bajo el ministerio del metodista W. C. Hoover en el año 1909 en
Valparaíso, Chile, extendiéndose hasta abarcar el continente en su totalidad,
pero teniendo también otros precedentes principalmente en el pietismo alemán y
el metodismo inglés.
Sin embargo
siempre ha tenido una primacía en la irrupción del movimiento pentecostal la Escuela Bíblica de Bethel en
Topeka, Kansas y la
Renovación de la calle Azusa, en Los Ángeles, California.
Se distinguen
generalmente por practicar la imposición de manos ejerciendo el don de sanidad
para los enfermos, la práctica de los dones espirituales como el de lenguas –de
donde viene su nombre, aludiendo al aposento alto donde se celebró la fiesta
del Pentecostés con el derramamiento del Espíritu Santo en la iglesia
apostólica-, de la interpretación de los sueños y del de profecía entre otros y
una clara inserción en los barrios pobres y sectores marginales de la sociedad;
pero siendo acusados a veces injustamente de fundamentalistas por su lectura
literal de la Biblia,
la escasa formación teológica de sus líderes, su despreocupación de la vida
cotidiana esperando la inminente segunda venida del Señor Jesucristo y por su
poco entusiasmo para sumarse a los movimientos ecuménicos.
En la mayoría de
los países de América Latina el pentecostalismo constituye la mayor parte del
protestantismo.Siendo su crecimiento
extraordinario incentivado por el esfuerzo de los pentecostales.
David Stoll que
es uno de los estudiosos de este fenómeno proyecta el crecimiento de los
protestantes en cada país de acuerdo al índice de crecimientoque se dio entre 1960 y 1985. Estima cifras,
ciertamente conservadoras, que registran los siguientes resultados para el año
2010 donde el pentecostalismo ha sido quizás más influyente, como en Chile
38,8%, Brasil 57,4 y Guatemala 96,8. En base a estas realidades se debe admitir
que el pentecostalismo está generando profundos cambios y un fermento religioso
en toda América latina.
Cualquiera sea
la posición que uno tome con respecto a la corriente pentecostal y a
proselitismos similares, se debe admitir que algo muy importante está
ocurriendo en el escenario religioso latinoamericano. En el futuro, será
imposible pensar la realidad latinoamericana sin prestarle atención a este
fenómeno, y viceversa, será imposible pensar el futuro del moviendo evangélico
sin prestarle atención a su acción en América Latina.
Este crecimiento
de las iglesias evangélicases analizado
desde varios aspectos:
1)Por la vitalidad de los cultos de “adoración” y la vida
eclesiástica evangélica donde los feligreses cualquiera sea su condición social
o cultural encuentran un lugar de importancia en la Iglesia. “Tal adoración
parece crear una realidad alternativa que no sólo lo sustenta a uno a través de
su monótona existencia mundana, sino que genera la fuerza con la que uno puede
imaginarse en un mundo nuevo y más justo, no sólo proveniente del exterior de
este mundo, sino transformando la vida en él”.
2)La
Iglesia evangélica ha desarrollado su ministerio entre los
pobres. El resto de las iglesias cristianas necesitan estar más abiertas a
estas posibilidades, la de abogar por una iglesia con opción hacia los pobres y
los oprimidos, sin despreciar en secreto la religión de los mismos.
3)Dentro del movimiento evangélico hay nuevas formas de
vida eclesial y ministerial, por ejemplo a aquellos feligreses que demuestran
tener potencial se les encarga el liderazgo en las aulas, en el púlpito, en la
evangelización y en cosas parecidas con más celeridad que en resto de las
iglesias.
4)Las iglesias evangélicas han dado una mayor
participación a las mujeres permitiendo a muchas de ellas la enseñanza de las
Sagradas Escrituras e incluso alcanzar el pastorado, alcanzando una rica
experiencia enel ministerio ordenado
por mujeres
5)Quizá uno de los aspectos más relevantes para analizar
es la inclusión social y comunitaria que tienen en la sociedad, con comedores
comunitarios, roperos, recuperación de personas con adicciones y la penetración
con un trabajo serio y responsable en las zonas suburbanas, barriales y en
comunidades de pueblos originarios.
Todos estos
puntos son casi laterales ante el más importante: Los evangélicos tienen una
teología y una liturgia más fiel para interpretar las promesas del Evangelio y
por eso su prédica no parará de crecer por el convencimiento que una vida
transformada es el mejor testimonio de la fe cristiana, haciendo cierta la
letra de uno de sus himnos más conocidos: “El evangelio de Cristo te puede
hacer muy feliz”.
El vino,
inspiración de los poetas y de los artistas; símbolo de la sangre del
Resucitado; fruto de la vid; rojo tulipán de la primavera; licor celestial; leche
de Venus según Píndaro o la bebida de los dioses para muchos supo alegrar por
generaciones el corazón de los hombres.
Ya lo supo decir
el Maestro de Galilea que no se “debe volcar el vino nuevo en odres viejos”. Y
así es. Ha evolucionado con el correr de la historia y de los tiempos para afincarse
en las distintas regiones del mundo y de nuestro país para ser ungido ahora
como “nuestra bebida nacional”. ¡Qué privilegio!
Podemos decir como
el rey impío de Macbeth “¡Dadme vino, llenad la copa hasta sus bordes!”. O tal
vez aceptar prudentes el concejo del Quijote a su gordo escudero Sancho Panza,
futuro Gobernador de la ínsula, “se templado en el beber, que el vino
demasiado, ni guarda secreto ni cumple palabra”. O advertir como Baltasar de
Alcázar “no eches agua, Inés, al vino para que no se escandalice el vientre”. O
bien pensar que casi todas las cosas al decir de Maese Gonzalo de Berceo “bien
valdrán como creo un vaso de bon vino”. O cantar como el extremeño Menéndez
Valdez el himno “amigos bebamos; y en dulce alegría pasemos el día, la copa empinad”.
Aseverar como el gran Víctor Hugo que “la uva y el vino son la obra admirable
del famoso poeta sol”. Junto al gran nicaragüense Rubén Darío que descansa bajo
sus leones de marmolina escribir que “amo tu delicioso alejandrino como el de
Hugo, espíritu de España; éste vale una copa de champaña como aquél vale un
vaso de bon vino”. Como el persa en las Rubaiyat glosar “bebe vino porque largo
tiempo estarás bajo la tierra sin mujer y sin amigos”. O al modo del monje
benedictino y ciego Dom Pérignon en la oscuridad de la Abadía de Hautvillers,
exclamar “estoy bebiendo estrellas” al catar por primera vez el vino espumante,
alegre y placentero llamado con justeza champagne. El vino, siempre el vino “porque el vino se
parece al hombre como supo decir el atormentado Baudelaire.
“¿Qué no haya
vino? ¡Qué estulticia! ¡Qué locura! Si decís que no haya vino por causa de los
borrachos, debéis decir también por grados: que no haya noche por causa de los
ladrones, que no haya luz por causa de los espías, y que no haya mujeres por
caso de los adúlteros”.
“El que bebe se
emborracha, el que se emborracha duerme, el que duerme no peca, el que no peca
va al cielo. Puesto que al cielo vamos ¡bebamos!”.
“Buena carne y
vino puro dicen las antiguas leyes, agua que toman los bueyes que tienen el
cuero duro”.
Yo atónito ante
tanta sabiduría al escribir esta crónica digo: ¡Salud, mester de vinería!
Admiro en la redondez plena de la uvada el sabor gozoso que rige al vino y sus
misterios, el ornato de las hojas de la vid y los brazos leñosos de los
sarmientos. Voy catando al escribir las palabras como aquel protagonista
desgraciado de “El tonel de amontillado”, del famoso cuento de Edgar Allan Poe.
Viajo a la
prehistoria; lo observo al patriarca Noé con su aladrería ya dispuesta a la
embriaguez para dar reposo a su labor; levanto el ritón del griego; beso el
cuerno del germano; miro el “vino cuando en la copa rojea” y que después que
alguien me ate al mastelero de algún barco como aconsejan los sabios Proverbios
de Salomón.
Cántaros, ánforas,
cálices, vasos, pipetas, odres, damajuanas, botellas, limetas, pellejos, cubas,
toneles, piletas, lagares, bordelesas. Forma y contenido para que nunca se
queden en agraz las uvas del vino y sus secretos.
Porque en ninguna
parte –decía Jorge Edwards- se conversa una botella de vino como entre
nosotros. Vino compañero del pan en la mesa familiar, de la convivencia, del
amor y de la amistad.
“Entre esa luz,
ultrafloral morada/ a la sombra carnal y enamorada/ que lo íntimo visita la
madera/ terrestre habita el vino y su locura,/ que en los huesos detiene la
dulzura/ y el sueño vivo de la primavera”cantó la vena lírica de don Jaime Dávalos.
Y vale la pena
volver a Khayyám, el persa armador de tiendas, poeta, astrónomo y filósofo
porque “de la felicidad sólo el nombre conocemos y nuestro amigo más viejo es
el vino nuevo. Acaricia con la vista y con la mano el único bien que no falla:
el ánfora plena de sangre de la vid”.
A días de ser
declarado como bebida nacional quiero dedicar esta humilde crónica miscelánea
sobre el vino, a mis amigos los ingenieros enólogosFederico Witkowski y Alcides Llorente que con
su talento y profesionalidad contribuyeron al desarrollo y promoción de los
vinos patagónicos y me invitaron a su club del “buen beber”.
Los taureg supieron trajinar el laberinto del desierto a su antojo. Con sus dromedarios soportaron el sol ardiente y la sed implacable. Dejaron las huellas de sus caballos que el viento y la arena desdibujaban con persistencia y tenacidad.
Solo el verde espejismo de los oasis les permitía descansar del trajín de sus vidas errantes donde los días y las noches se repetían iguales y recurrentes.
Las caravanas, el comercio de animales, la libertad de sus vidas nómades, las noches frías contrastando con el calor opresivo del sol calcinante, los dátiles, la leche de cabra, el filo cortante de sus dagas engastados sus mangos de piedras preciosas y sus hojas de fina filigrana.
El desierto fue el protagonista de estos pueblos. Su razón de ser. Su ámbito reservado. Con una cultura tan milenaria que se dice que allí se formó la placenta del mundo.
Pueblos y pueblos pasaron por sus arenas ardidas, señores ya de la guerra o del comercio, protegidos sus rostros y cuerpos por la túnica blanca como las raras nubes que pocas veces supieron traer agua.
Sólo la sed y la fatiga, la búsqueda del sol a desierto traviesa, la urgencia de vivir sin arraigo, sólo el desierto “inconmensurable y abierto” su lugar en el mundo, y el pie en el estribo partiendo siempre de ningún lugar hacia una nada de arena y sol.
Por eso tal vez la estirpe nueva de esos centauros supo elegir después de los barcos un paisaje similar, pero para echar raíces y formar familias.
Y cambiaron un desierto por otro, este nuestro ycercano que está aquí al alcance de la mano y también cerca de las estrellas: la región sur de Río Negro, en plena Patagonia.
Y como en aquel también trajinaron el nuestro para ejercer el viejo oficio que traían en su sangre: el comercio.
Con su castellano a destiempo, algunos con el Corán debajo del brazo, con sus comidas típicas, con su persistencia ante los obstáculos, con la obstinada paciencia de saber que todo se puede.
Cambiaron un desierto por otro. Tuvieron hijos, familias con apellidos orientales, y siempre el recuerdo de aquel desierto más grande que dejaron en Arabia.
Ese desierto que dejó las cicatrices de su ámbito en el alma de esos inmigrantes y el viento la música permanente que aquí no solo suele levantar la arenisca sino también las piedras.
Porque el desierto es la circunstancia de esos pueblos: su forma de ser, la matriz que los ha moldeado desde tiempos milenarios.
Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.
Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.