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18 de Octubre, 2013
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CRÓNICAS |
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Fotos Diario Río Negro -General Roca (Pcia. de Río Negro).-
UNA
HISTORIA GOLONDRINA
El
sol opresivo del norte cae a pique sobre el caserío. Un enjambre de moscas
alborota la tarde. Los perros famélicos descansan su tedio a la sombra de las
malezas. Unas mujeres trajinan las calles de tierra trayendo baldes de agua
desde la única canilla pública que existe en muchas cuadras a la redonda. Las
casas, irregulares y precarias, como las de cualquier asentamiento periférico
de esta Argentina doliente no desentonan con el entorno.
Ya
se sabe “los pobres no tienen historia”. O tal vez sí la tienen, pero son
historias tristes y de poca monta que a casi nadie le interesan. A los del otro
país, a los poderosos, menos les importa. No se imaginan lo que es que falte un plato de comida en la
mesa, ni estar sin trabajo y con los hijos sin ropa, durmiendo todos apretados
en una habitación de cuatro por cuatro sobre los colchones tirados en el piso.
No saben lo que es la necesidad. Sin agua potable, sin baño. Para ellos son
apenas una estadística, un número.
Y
allí, los inescrupulosos, como siempre, hacen su agosto. Venden fantasías,
prometen paraísos: buenos salarios, mejor comida, lugares confortables para el
descanso y condiciones dignas. Allá en el valle de Río Negro en los trabajos de
la cosecha -dicen- todo irá mejor. Se podrá hacer una buena diferencia y dotar
a la familia de una cierta tranquilidad. Valdrá la pena estar algunos meses
afuera de la casa.
Y
allí comienzan las peripecias, dejar el documento, firmar un contrato con
muchas letras chiquitas y subir al micro. Comer una vianda y soñar. Serán
kilómetros y kilómetros mirando por la ventanilla el futuro prometido, saber
que los brazos sirven para algo, no sentirse inútiles, pensar en qué se va a
utilizar el dinero ganado una vez hecha la campaña.
Y
extrañar, extrañar mucho a la familia que cada vez queda más lejos. ¿Se podrá
salir de pobre alguna vez?
El
sol del Alto Valle no es menos impiadoso que el del norte. Y el viento de la
Patagonia es un mal anfitrión como para desalentar a cualquiera. El paisaje sí
es lindo: las cortinas de álamos, los canales de riego, ¡cuánta agua!, los
montes frutales, la tierra feraz, los pueblitos uno más pintoresco que otro.
Y
al bajar del micro, al ser llevados al establecimiento frutícola el primer
desengaño: el galpón para dormir tiene el techo lleno de agujeros y las camas
encimadas una casi al lado de la otra, unas frazadas raídas que han conocido
tiempos mejores, los sanitarios en condiciones deplorables, el trato impersonal
y casi inhumano, los horarios
impiadosos, la comida pasable. Algo anda mal. Y la desgracia, hermana del
desengaño, comienza a mostrar la hilacha a los obreros golondrinas. Porque así
se los llama: golondrinas. Por venir de lejos, por buscar otros horizontes más
felices, por ser temporarios.
La
proveeduría, como en otras épocas de las que es mejor no acordarse, fía a
precios de oro los vicios necesarios para ir aguantando hasta el cobro de la
quincena.
Para
ocultar la nostalgia alguna foto pegada
en la pared, el rostro de los hijos que quedaron tan lejos, el silbido dulzón
de alguna zamba o la música de algún chamamé.
Los
compañeros son todos iguales, solamente una planilla, un par de brazos, una
máquina para cosechar, las mismas historias, la miseria prendida como abrojo,
las familias lejos. Y el sol cayendo a plomo sobre el monte, impiadoso,
canicular.
¡Si
uno pudiera refrescarse en el canal que lindo sería! Olvidar las penas por un
rato, armar un cigarrillo a la sombra, mirar el cielo tan igual al del
norte, ese lugar que está lejos y donde
esperan la mujer y los hijos.
Si
se prestan oídos a lo que dicen algunos compañeros más veteranos el bichito de
la preocupación comenzaría a despertarse. ¿Será cierto? Pero
más vale no preocuparse ¿para qué?
Habrá
que esperar el fin de semana para ir a divertirse al pueblo. Bueno, divertirse
es una forma de decir. Acá los golondrinas son como extraños, se los mira mal, las
chicas los ignoran y las miradas dicen que no son bienvenidos. Son como sapos
de otro pozo. Por eso nunca viene mal el vino compañero y la música de cumbia
que aturde los sentidos. Total el pobre siempre será pobre en cualquier lugar.
La pobreza se huele, es como una segunda piel que se pega al cuerpo.
¿Será
cierto eso que dicen? ¿Qué el dinero prometido no será tal? ¿Qué con los
descuentos que se hacen no queda ni la mitad de la plata? ¿Qué no hay que
preguntar y menos todavía protestar? ¿Qué no hay que ir a la Delegación de
Trabajo para ver si están bien las liquidaciones?
El
recibo de sueldo es un golpe a traición. Muestra todas las mentiras, exhibe el
magro salario por tantas jornadas de trabajo bajo el sol. Destruye las
promesas. Rompe los sueños. ¿Cuándo se terminarán las desgracias?
Las
noticias no son las mejores. Ha desaparecido un obrero golondrina. ¿Habrá
alguna justicia para los pobres? ¿Dónde estará? ¿Qué habrán hecho con él?
El
viento agita las hojas de los árboles. En las hileras las pomas y las peras
hablan de la riqueza del valle de Río Negro. Los galpones de empaque se divisan
al costado de la ruta. Los exportadores frutícolas cuentan sus ganancias en
euros. Las chicas en los pueblos salen a divertirse. Algún patrullero transita
por las calles.
Y
el sol, siempre el sol, parece quemar la tierra. En la terminal de micros un
grupo de obreros temporarios retorna a su provincia de origen. Allá estaban
mejor dicen. Sus rostros expresan el desaliento, el infortunio de ser pobres,
la verdad de sentirse engañados, la desdicha de volver a sus casas con las
manos vacías. Mirando a esos hombres la vida es triste.
Los
micros se alejan. La terminal queda vacía. La vida sigue. Y el sol va cayendo
con la tarde. ¿Será cierto que sale para todos?
Jorge
Castañeda
Valcheta
– Río Negro
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17 de Octubre, 2013
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CANCIONES |
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JORGE CASTAÑEDA PREMIO A
LA TRAYECTORIA SELAE 2013 DESDE MILAN ITALIA
Con fecha 14 de Octubre el jurado compuesto por tres miembros del
Directorio de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos (SELAE) con
sede en Milán, Italia, ha dado a conocer los nombres de los ganadores del
Premio a la Trayectoria 2013 que distingue a personas o instituciones que no
hubiesen tenido un meritorio reconocimiento de su trayectoria y obra en su país
de origen o fuera de éste.
La Sociedad de Poetas Latinoamericanos y Europeos (SELAE) se enorgullece
del resultado de este llamado ya que se presentaron numerosas postulaciones a
las cuales se agradece su participación. y se felicita a los ganadores por ser
dignos representantes del arte y de la cultura en sus países y en el mundo.
En forma unánime el Premio a la Trayectoria SELAE 2013 fue para el poeta y
escritor argentino Jorge Castañeda y para el poeta cubano Luis Manuel Pérez
Boitel.
El jurado fue presidido por la Vice Presidente de la institución Marcela
Rodríguez Valdivieso.
El escritor de Valcheta manifiesta sentirse muy emocionado dado que es un
premio a la trayectoria literaria donde se ha tenido en cuenta la obra completa
de cada postulante. El recibir este premio compartido con el poeta cubano Luis
Manuel Pérez es una alegría. Y más al tener en cuenta que en ediciones anteriores
este premio fue entregado a la excelente escritora chilena Martilde Ladrón de
Guevara y al escritor guatemalteco Rafael Mérida Cruz Lezcano, dos figuras
emblemáticas de la literatura latinoamericana.
PALABRAS ANTE EL PREMIO SELAE A LA
TRAYECTORIA 2013 Agradezco
a las autoridades de la Sociedad de Poetas y Escritores Latinoamericanos
(SELAE) en la figura de su Presidente Julio Araya Toro, a Marcela Rodríguez
Valdivieso y a los integrantes del jurado que generosamente han calificado mi
obra literaria para otorgarme el Premio a la Trayectoria 2013, conjuntamente
con el poeta cubano Luis Manuel Pérez Boitel. Si
uno aprecia la nómina de los prestigiosos escritores premiados en anteriores
ediciones, no puede sino sentirse muy emocionado y sobremanera estar a la altura del premio otorgado. Pero
más que nada sentir la responsabilidad de seguir escribiendo con el corazón
abierto como hace ya cuarenta años cuando abracé este oficio maravilloso de la
palabra escrita. “Los
idiomas nos hacen –decía Valle Inclán- y nosotros hemos de deshacerlos. ¡Vaya
tarea!! Es
para mí una satisfacción compartir el lauro con un vate de Cuba, porque tengo
el corazón muy cercano a sus poetas y escritores, como a los de toda Latinoamérica. Soy
un agradecido a Dios y a la vida que me ha dado este talento y a mi familia por
permitirme escamotear el tiempo de los afectos para dedicarme a escribir, el
oficio más solitario del mundo. Espero
que mis textos contribuyan a “alegrar las horas de los lectores” y si eso es
así estaré satisfecho conmigo mismo al recibir este premio que lo dedico
especialmente a todos los poetas y escritores de esta remota Patagonia que
también sueñan y escriben. Jorge Castañeda Ciudadano Ilustre
de Río Negro Cónsul de Poetas
del Mundo (Chile) Embajador
Universal de la Paz UNESCO (Suiza) Miembro Fundador
de Naciones Unidas de las Letras (Colombia) Valcheta, Río
Negro, Argentina, Octubre de 2013.-
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11 de Octubre, 2013
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DATOS y NOTICIAS |
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La nota del escritor de
Valcheta Jorge Castañeda “América fragante y mestiza” será leída por el
director del diario “Long Island al día en Noticias” Jesús Ríos, en el marco
del día de la herencia hispánica en el College de Brentwood de New York ante un
público mayormente integrado por académicos, estudiantes hispanos y muchos
nacidos alumnos de ese país que no hablan español.
La nota de Castañeda
desarrolla una visión del continente americano vista por poetas mestizos de la
talla de Rubén Darío, César Vallejo y Pablo Neruda entre otros. Asimismo
rescata a los pueblos pre existentes que fueron señores y totales dueños de
estas tierras exóticas antes de la llegada de los hombres blancos.
AMERICA FRAGANTE Y MESTIZA Todos los pueblos -escribió César Currulef-
cuasi como la vida misma nacieron alguna vez. “Aquel numeroso de Abraham, los
caldeos y el reinado asirio de Senaquerib, los fenicios y el imperio romano, el
gran Temuji Kan de la Mongolia, los moros invasores de la tierra castellana y
los hunos genuflexos a las puertas de la Roma cristiana”. “Y en la América fragante de Cristóbal
Colón, antes, pero mucho antes, civilizaciones mayas y aztecas, en el cenit de
su sabiduría la dejan esculpida para la posteridad”. “Al norte del hemisferio los pueblos piel
roja y bajando por las aguas del Pacífico, los incas, el reino de la Araucanía
y los pascuenses, fundadores en la inmensidad de los confines, numerosos como
las arenas del mar”. “Pero el tiempo pasa como la dicha y allá
en el Sur, a la vera del Callvulavquen hollaron sus faldeos conquistadores y
frailes, poblando la tierra, “la ciudad de los Césares”, en las barbas y ante
el asombro del pueblo mapuche”. Lo demás es historia conocida. Es traerlo a la
memoria Y entonces debo decir que también yo he venido al mundo y me asombré de
ver tanta maravilla: lagos, basalto, cóndores y nieve, como también pequeños
pájaros multicolores, que en invierno se guarecen en las cuevas a orillas del
gran lago”. “Pero al desierto Patagón, lo traigo a la
memoria porque allí viven los hombres y las mujeres de este Koñümpan, rescoldo
de vida, tibio sol en las nacientes del Chenqueniyeu arriba”. Y así es. Así debe ser. Es necesario ante
un nuevo 12 de octubre, recordar, traer a la memoria, como quiere la pluma
sabia de Currulef. América fragante y mestiza, exótica y
deslumbrante, de ríos arteriales buscando la sal de los mares, con selvas
impenetrables donde hasta el día de hoy todavía el hombre no ha hollado con sus
plantas, de cordilleras con sus picos coronados de nieves eternas, de volcanes
que cuando se enojan braman y vomitan su lava, de lagos azogados en las
alturas, de ciudades milenarias perdidas en la espesura, de piedras tutelares,
de cañadones donde el curso de los ríos han erosionado sus laderas, de estatuas
descomunales cuyo significado se pierde en la noche de los tiempos, de formas
piramidales al igual que aquellas allá en el valle del Nilo, de cataratas tan
magníficas que todas las palabras de Alvar Núñez Cabeza de Vaca no pudieron
describir a los monarcas ensimismados en su trono en España,
de animales jamás vistos: tucanes, papagayos. América del chocolate y del
tabaco, de la papa, del maíz, señor y Dios de los pueblos emplumados. América, donde el hombre primigenio trajinó
sus entrañas donde “tierra fue, vasija, párpado del barro trémulo, forma de la
arcilla, fue cántaro caribe, piedra chibcha, copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura de su arma de cristal
humedecido, las iniciales de la tierra estaban escritas. Nadie pudo recordar
después: el viento las olvidó, el idioma del agua fue enterrado, las claves se
perdieron o se inundaron de silencio o sangre”. América arboleda, zarza salvaje
entre los mares, de polo a polo balanceabas, tesoro verde, tu espesura. Tierra
mía sin nombre, estambre equinoccial, lanza de púrpura, tu aroma me trepó por
las raíces hasta la copa que bebía, hasta la más delgada palabra aún no nacida
de mi boca”. Pablo Neruda, poeta nacional de Chile. ¿Acaso no glosó el Inca Garcilaso de la
Vega las crónicas de la conquista y las pasadas glorias de los pueblos
americanos? ¿Acaso no fueron mestizos los grandes escritores del continente
como Manuel Scorza, César Vallejo y el mismo Rubén Darío “un hijo de América y
un nieto de España”? ¿No supo decir acaso el gran nicaragüense en sus versos
“Ojala hubieran sido los hombres blancos/ como los Atahualpas y Moctezumas? América tierra de aventureros, de chamanes,
¿dónde ha quedado la voz de la werken, lo saberes ancestrales de los ancianos,
las lucha de los héroes, la identidad de los hombres hijos del maíz? “América, nadie la para ya, no pueden
detenerla ni la calumnia, ni el boicot, ni nada. Este es continente de aventura
que a los aventureros se los traga, les sube por la sombra despacito y el ojo
codicioso les socava. Vendrán los desahuciados de la tierra buscando sus
riquezas legendarias hasta que un día en una sola greda se confundan las
lenguas y las razas. América, animal de leche verde, por la gran cordillera
vertebrada, hunde el hocico austral bajo el polo y descansa en su fuerza
proletaria. Camina hacia la luz, lenta y segura, con el polen del sol en las
entrañas. Y su destino torrencial fijado está en el tiempo por la Vía Láctea.
Que el hambre, la violencia, la injusticia, la voluntad del pueblo traicionada,
no harán sino aumentar su rebeldía, no harán sino apurar en sus entrañas, el
hijo de la luz que viene a unirnos en una sola espiga esperanzada. Porque
América tierra del futuro igual que la mujer, vence de echada. Jaime Dávalos,
poeta de Salta. Hoy es el día de rescatar nuestra
identidad, de recuperar el latido primordial de nuestra tierra de valor
inmanente, consuetudinario. Este continente que nos dice con la voz del poeta
“Sube a nacer conmigo, hermano americano”. Jorge Castañeda Escritor - Valcheta
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08 de Octubre, 2013
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DATOS y NOTICIAS |
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El poema "Eclesiastes" del poeta y
escritor Jorge Castañeda de Valcheta ha recibido "Mención Especial"
del jurado en el "29 Certamen Literario del Inmigrante", organizado
por la Federación de Entidades del Bien Público" de la ciudad de Berisso
(Buenos Aires). El jurado estuvo integrado por los escritores Beatriz
Nuccetelli, Carlos Cazoria y Horacio Urbañski. La Federación de Entidades de Bien Público dio a conocer los resultados
del 29º Certamen Literario del Inmigrante en adhesión a la 36º Fiesta homónima.
En Poesía el primer premio fue para *Sinónimos de nada*, de Raquel
Fernández, Villa Domínico. Avellaneda. El 2º, *Nostalgia* de Raquel Piñero Mongielo, Funes, Santa Fe. 3º) *Abuelo* de Abel Schaler, Paraná, Entre Ríos. MENCIONES: *Mis raíces* Emilce Zorzut, City Bell. *Ecclesiastés*de Jorge Castañeda, Valcheta, Río Negro. *¿Te acordás? Jorge Hermiaga,
Moreno.B.Aires. *Añorándote* Raúl Mihdi, Berisso. *Raíces*. Rubén Fiorentino, Béccar, B.Aires. *Francisco y los otros*, Adolfo Zabalza, Pergamino, B.Aires. NARRATIVA: Primer premio: *No creo en espectros*, Cecilia Palazzo,
Berisso. 2º) *Las olas han de llevarme*, Raul Biglieri. 3º) *Zapatos azules*. Elida Cantarella, ambos de Pergamino. MENCIONES:
*Pasaporte a la libertad*, Luisa Cristóbal de Romero. Bialet Massé, Córdoba. *El linyera de los palos*, Francisco Alfonso, Winifreda, La Pampa. *El
loco Emilio*, Guillermo Martínez Pass, Gonnet. *La bigornia*, Rubén Butinof, La Plata. *Me sucedió en Pamplona*, Alberto Martinena, Venado Tuerto, Santa Fe. *Una magia diferente*, Jorge Fidel, Berisso. *Lazos de cristal*, Raúl Fernández, Villa Adelina, San Isidro. *Viejo amor* Raúl Campos Dalmau, Ushuaia, Tierra del Fuego y *El Monte de los Olimpos*, Elizabet Duzdevich, Pergamino.
Jurados: Beatriz Nuccetelli, Carlos Cazorla y Horacio Urbañski. ECLESIASTES
Yo voy juntando estrellas en
la noche callada
Y me brillan las manos con
clarísima luz.
Yo maneo al lucero en plena
madrugada
Y la traza conozco donde
marcha la Cruz.
Yo sé que las Marías
encuentran su morada
En el cielo más bello que se
ha visto en el Sur.
Yo conozco las huellas del
puma predador
Y voy por las picadas llevando
mi verdad.
Yo he mirado la luna en todo
su esplendor
Cuando viste de plata su clara
vanidad.
Yo presiento en el aire el
inquieto rumor
Que viaja en el cielo con voz
de tempestad.
Yo levanto las piedras pulidas
por el río
Y me subo a los montes del
último confín.
Yo viajo con el viento como si
fuera mío
Y abrevo en las vertientes un
alba de carmín.
Yo conozco los nidos en el
peñasco frío
Donde remonta el águilacon su
vuelo sinfín.
Yo conozco los vados del río
en la espesura
Y del mar impetuoso he gustado
la sal.
He mirado los pájaros que
vuelan en la altura
Y pesado en mis manos la roca
mineral.
Yo sé que hay en las cosas una
cierta ternura
Y también muchas veces una
pizca de mal.
He visto muchas cosas y todo
es vanidad
Dice el Eclesiastés. Y también
el hastío
Que en el alma nos deja no
encontrar la verdad.
Ser falibles y pobres,
menguado todo brío,
Esperando la barca que con
cierta ansiedad
Para siempre nos lleve en las
aguas del río.
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01 de Octubre, 2013
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POEMAS |
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BAILA
RUBEN ÑANCUFIL
Jorge Castañeda
Valcheta (N).-
Anda tu duende en las peñas
Como queriendo bailar
Y en la zamba los pañuelos
No te pueden olvidar.
Una chacarera, un gato
Que viva la tradición
Profesor estás presente
Cuando baila el pericón.
El que baila no anda triste
El que baila está feliz
Es mentira que te fuiste
Bailá Rubén Ñancufil.
Qué maravilla tu oficio
En el arte de sembrar
Vos dejaste una semilla
En los chicos del lugar.
Por Valcheta y San Antonio
Ramos y la línea sur
Ha quedado tu recuerdo
De pasión y juventud.
El que baila no anda triste
El que baila está feliz
Es mentira que te fuiste
Bailá Rubén Ñancufil.
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27 de Septiembre, 2013
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CRÓNICAS |
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Publicado en Diario Río Negro el 23/09/13
La importancia de leer
Se celebra el Día de las Bibliotecas Populares. Espacios para acercar los libros a los lectores. Jorge Castañeda (*) La lectura tiene una importancia fundamental en la formación integral de las personas y los estados deberían bregar incansablemente para que su difusión alcance a las grandes mayorías. Sólo los pueblos ilustrados conocen su pasado, viven con plenitud el presente y están mejor preparados para aguardar las zozobras del futuro. La lectura nos despierta la mente, nos educa, es la práctica más importante para el estudio, nos aporta conocimientos, nos da placer, nos interpela, nos enriquece, pero fundamentalmente nos hace mejores personas. Sólo mediante la lectura podemos entender mejor las cosas que nos pasan. Ya sean libros de textos, de poesía, de ficción, ensayos o diarios y revistas. Dicen que Cervantes "leía hasta los papeles rotos de las calles". Yo desde mi infancia fui formado por los libros. Mi alma se llenó de aventuras con Emilio Salgari, Julio Verne, Walter Scott, Miguel Cané, Juana de Ibarbourou, Alejandro Dumas y tantos otros autores que vendrían después. Cada uno de ellos me deja un deslumbramiento y al leer sus obras descubro verdaderos universos. Soy en lector compulsivo. Para que los hijos sean lectores en nuestras viviendas debemos tener libros por todos lados y en todos los ambientes, hasta en el baño (no hay mejor lugar para leer que el baño) porque el libro sabe esperar hasta que alguien lo abre y una vez producido ese milagro jamás se perderá la magia que transmite la palabra escrita. Por eso se deben abrir bibliotecas y acercar los libros a los lectores. No sea que suceda como en esa vieja copla popular que tristemente decía que "Madrid, ciudad bravía/ entre antiguas y modernas/ tiene trescientas tabernas/ y una sola librería". Solo se puede ser un gran escritor si se es un gran lector. Porque la literatura es un edificio que se erige ladrillo a ladrillo y todos son importantes. Y ese oficio tan veleidoso sólo se aprende leyendo. Por eso Jorge Luis Borges supo decir "que otros se jacten de los libros que han escrito, a mí me enorgullecen los que he leído". Y también escribió que "la gran diferencia entre escritor y lector es que el escritor escribe lo que puede, y el lector lee lo que quiere". Y como él, cuántos nos hemos imaginado el paraíso en la forma de una biblioteca. La lectura es un hábito que se debe inculcar desde la más tierna infancia. Leyendo por las noches un cuento a nuestros párvulos, en el jardín de infantes y en la escuela primaria destinar un espacio especial para leer en voz alta. En la secundaria es esencial trabajar con textos clásicos porque su lectura es muy importante en esa edad en que el ser humano está en plena formación. Y cuánta falta hace políticos que sean buenos lectores. "Si hubiera más políticos que supieran de poesía, y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor para vivir" dijo John Kennedy. Gabriel García Márquez escribió un texto genial donde dice: "debo ser un lector muy ingenuo, porque nunca he pensado que los novelistas quieran decir más de lo que dicen. Cuando Franz Kafka dice que Gregorio Samsa despertó una mañana convertido en un gigantesco insecto, no me parece que eso sea le símbolo de nada y lo único que me ha intrigado siempre es qué clase de animal pudo haber sido. Creo que hubo en realidad un tiempo en que las alfombras volaban y había genios prisioneros dentro de las botellas. Creo que la burra de Balaán habló -como dice la Biblia- y lo único lamentable es que no se hubiera grabado su voz, y creo que Josué derribó las murallas de Jericó, y lo único lamentable es que nadie hubiera transcrito su música de demolición. Creo, en fin, que el licenciado Vidriera -de Cervantes- en realidad era de vidrio, como él lo creía en su locura, y creo de veras en la jubilosa verdad de que Gargantúa se orinaba a torrentes sobre las catedrales de París. Más aún: creo que otros prodigios similares siguen ocurriendo, y que sí no lo vemos es en gran parte porque nos lo impide el racionalismo oscurantista que nos inculcaron los malos profesores de literatura". Y tiene razón el colombiano: hay que leer para soñar, para colmarnos de fantasías, para descubrir arcanos que no estaban velados. Como dice el pícaro de Estebanillo González un lector con los libros debe ser "mosquito de todos los vinos, mono de todas las tabernas, raposa de todas las cantinas, cuervo de todas las mesas". Porque a la lectura tenemos que ir como somos y una vez entrado el gusto dejaremos de hacerlo de Pascuas a Ramos. No hay que esperar una maratón ni que sea el día de las bibliotecas para leer: hay que leer siempre. Cuando y donde se pueda. Aunque la lectura le robe tiempo a nuestro descanso nunca saldremos desfavorecidos por el contacto con el libro. A veces hasta una frase feliz nos puede salvar la vida. Yo como muchos tengo libros de cabecera: la Biblia, las "Vidas paralelas" de Plutarco, los clásicos, biografías, mucha poesía, "El Quijote", Shakespeare, el Ulises, la trilogía de Marechal, "Rayuela" de Cortázar, ensayos, teología, historia, filosofía y más; mucho más. Pero como mucho me falta todavía, eso me da cierta impotencia al saber que ya habrá millones de libros que nunca podré leer. También soy un gran lector de diarios y revistas. Ya sea en soporte papel o la edición virtual. Leyendo me siento feliz. Aprendo. Tengo sed de conocimiento. Me da placer. Con los libros viajo sin moverme del lugar. Descubro perlas. Transito lugares donde nunca estaré. Y hasta viajo en el tiempo hacia el pasado o hacia el futuro. La lectura es mi compañera desde niño y jamás me ha defraudado. Tan es así que en los momentos difíciles de mi vida supo mitigar mis dolores y me ayudó a superar los trances. En este mundo posmoderno, especializado y exigente la lectura es la base de la sociedad del conocimiento; pero cuidado, porque leer despierta conciencias y menos personas pueden ser engañadas. Ya lo decía Sarmiento "el saber es riqueza y un pueblo que vegeta en la ignorancia es pobre y bárbaro" y eso rige también para las personas. Si la lectura fuera patrimonio de todos, sin duda que este mundo sería un lugar mejor para vivir y no se cometerían tantas atrocidades. No en vano el Evangelio de San Juan dice que "en el principio era el Verbo": la palabra, el logos, y la palabra está en los libros y los libros están para leerlos. A los lectores del mundo, salud. Y a los que no lo son todavía están a tiempo para unirse a la cofradía. (*)Escritor - Valcheta. |
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23 de Septiembre, 2013
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POEMAS |
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ARBOL
BUENO
Jorge
Castañeda
Valcheta
RN
Yo he visto crecer tus raíces
Y tus ramas, árbol bueno.
Y acopar con tu follaje
En un pedazo de cielo.
Sentado bajo tu sombra
He visto pasar mis sueños
Y al milagro de tus hojas
Hablar de un mundo perfecto.
Compañero de los pájaros
Que te brindan su concierto
Le ofreces refugio y abrigo
Como un verde caballero.
La corteza de tu piel
Me cuenta de tus secretos
Y tienes una frescura
Como de bosques despiertos.
El agua que te sustenta
Deja su rumor contento
Cuando por el canal pasa
Con urgencias de viajero.
Cuando estoy en tu regazo
Tu savia en mis venas llevo
Qué no te talen los hombres
Buen amigo, compañero.
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18 de Septiembre, 2013
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CRÓNICAS |
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Publicado en Long Island al día -New York -USA
EL OLVIDO DE SER SESOSTRIS VITULLOLialdia.com / Hace ya sesenta años que moría en Paris, de hambre, de olvido y de miseria, ante la indiferencia del mundo, el gran escultor argentino Sesostris Vitullo. ¿Quién era este hijo de inmigrantes italianos, el primero de catorce hermanos, que abrió los ojos a la vida en el porteño barrio del Abasto? Ante su deceso, su mujer Marie, escribiéndole a Ignacio Pirovano le dice que murió “por causa de su estómago contraído, la decepción sufrida por el desinterés y frialdad de sus contemporáneos y por el mal de Cilicoce”. Algunos pocos artículos –hoy casi inhallables- se han referido a este artista y a su obra: esculturas en piedra. Sesostris es otro de los grandes olvidados de la cultura nacional. La autobiografía de Vitullo glosa que “Adolescente, frecuentaba los talleres de las corporaciones de arquitectos, escultores, carpinteros y cerrajeros venidos a la Argentina para construir los bastimentos y fachadas de las casas al estilo francés. Yo me enteré no mal a través de ellos del gran tema del arte, la vida de los atelieres de París, sus opiniones sobre escultores como Rude, Carpeaux, Rodín: todas estas inquietudes se agrandaron en mí hasta que sentí el deseo de tallar, de esculpir la dura materia que más resistía al esfuerzo del hombre, llegando a desasosegarme”.
Orlando Pierri deja un verdadero retrato de Sesostris en París: “Unos golpes imperiosos llamaron a la puerta de mi atelier en Montparnase. Di paso a un hombre muy apuesto y bien vestido, que me hablaba en francés. Al pronto descubrí en su acento que era argentino; me quería conocer y se presentó como Sesostris Vitullo. La visita se prolongó hasta bien entrada la noche. Compartió lo poco que con mi mujer podíamos ofrecer: una taza de té, y algunas galletas. Fuimos caminando hacia su taller. Sus obras estaban tapadas por lienzos y cada una de ellas, al descubrirla, nos ponía en contacto con la obra de un genio. Aquel taller era un templo aunque su oficiante comía raíces y, en los mejores días, algo de polenta. Recién cuando las emociones lograron calmarse en mí distinguí que su ropa estaba constituida por un zurcido total, pero impecable en cuanto aseo y planchado. Más tarde yo mismo encargaba a mis amigos que viajaban a París, llevarle ropas, calzado y la yerba mate de la que Vitullo no podía prescindir. Por ese entonces los paquetes de yerba incluían dos círculos de madera como embalaje y más de un tondo de Vitullo está tallado de ese material. También usaba la tirantería de las demoliciones y hasta llegó a desguazar la mesa de cocina, la única, del austero mobiliario qu7e su familia tenía”. El escritor Abel Posse, diplomático a la sazón por aquellos años en la embajada argentina en Paris, hace mención en su última novela “El lobo” sobre las peripecias de Vitullo y la miseria en que vivía, a pesar de ser uno de los grandes escultores argentinos. Sin embargo es a Orlando Barone a quién debemos un excelente texto sobre las peripecias de una de sus esculturas más famosas, publicado en la revista CRISIS Nº 2, en Junio de 1973. “En 1950 Salvador María del Carril, por entonces encargado de negocios de la Argentina con Francia, consultó con Horacio Pirovano la posibilidad de encargarle a Sesostris Vitullo un monumento a Eva Perón. Según el consejo de Pirovano no había argentino más capaz para la tarea” “Al recibir el pedido Vitullo comprendió que no podía afrontar el trabajo sin conocer algo más de Eva Perón. Le pidió, pues, a su amigo Pirovano que le informe sobre Evita. Luego de cambiar varias cartas Vitullo creyó conocer lo necesario para intentar la obra”. “He comprendido todo. Eva Perón Arquetipo Símbolo. Libertadora de las razas oprimidas de América. La veo como un mascarón de proa rodeada de laureles. Este párrafo de una carta que Vitullo envió a Pirovano sintetiza lo que habría de ser su criterio frente al monumento”.
Arquetipo Símbolo “La obra fue terminada en 1952. Es piedra. Dos caras rodeadas de laureles: un perfil es Evita y el otro perfil indio. No hay regodeos, ni complacencias, ni demagogias. El artista resume en estos trazos severos y bellísimos lo que había comprendido sobre Eva Perón, y por eso su obra se llama “Arquetipo Símbolo”. “En ese año de 1952 Vitullo obtuvo un triunfo que solo consiguieron muy pocos artistas en el mundo: una exposición de sus obras en el Museo de Arte Moderno de París. En el catálogo figura “Arquetipo Símbolo”. Antes de llevarlo a la sala de exposición donde habría de exhibirse al público francés, el artista quiso hacer conocer su trabajo en la embajada argentina que auspiciaba la muestra. Personalmente eligió el lugar que instalaran el monumento a Evita, controló la luz, revisó los detalles. Su última obra”. “Las autoridades diplomáticas ven el monumento, no hay comentarios. Una extraña frialdad sorprende al artista. Pocos días después la piedra es retirada del lugar elegido por Vitullo. Es trasladada a un sótano”. “La exposición se clausuró sin que Vitullo consiguiera que la embajada remita al Museo el trabajo titulado “Arquetipo Símbolo”. Nunca lo recuperó”. Sesostris Vitullo, uno de nuestros grandes escultores que soportó la desidia y el abandono de sus contemporáneos murió pobre y olvidado un día del mes de mayo de 1953. Como otros tantos argentinos ilustres. Jorge Castañeda jorgecastaneda20032000@yahoo.com.ar Valcheta / Argentina Del Grupo de Editores |
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13 de Septiembre, 2013
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CRÓNICAS |
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EL
ENCUENTRO
Jorge Castañeda
Valcheta (RN)
Mi padre nació en Choele Choel a la orilla del Río
Negro acunado seguramente como tantos otros por los vientos incesantes de la
Patagonia. Era nieto de don Miguel
Castañeda que con su esposa Manuela Castro arribaron procedentes de Carmen de
Patagones en el año 1882 y fueron aparte de pioneros los progenitores de una de
las familias más grandes y tradicionales del Valle Medio.
Mi abuelo –al cual no llegué a conocer- se llamaba
Salvador y falleció prematuramente a causa de una neumonía que contrajo cuando
salió a recorrer los postes del telégrafo una mañana fría y lluviosa de
invierno. ¡Es duro vivir en el Sur! La
tierra no permite debilidades y el clima es tan hostil que no perdona a nadie.
Sin embargo es cierto que de esa forma se va curtiendo el carácter de sus
pobladores, que llegan a amarla profundamente y no la cambiarían nunca por
otros lugares.
Sé que un buen día mi padre después de cumplir con sus
obligaciones patrias prestando servicios como conscripto en el Ejército
Argentino en Río Gallegos, (conservo algunas viejas fotografías donde se lo ve
a cargo de una ametralladora,) una vez licenciado empezó a trabajar en Agua y
Energía como maestro albañil y por uno de esos azares de la vida lo destinaron
a la cuadrilla de picapedreros que estaban realizando las obras de riego de la
colonia Valcheta. Cuando hoy recorro las chacras y veo esos canales de riego no
puedo menos que emocionarme.
Según me cuentan trajo de sus pagos un caballo pangaré
gargantilla que era casi todo su capital. Y también lo recuerdo vagamente
pulsando una guitarra criolla adornada con una cinta argentina en el clavijero
desgranando algún estilo o alguna milonga.
Acá según me han contado y algunas cartas amarillentas
que guardo amorosamente lo confirman sé que se enamoró de la hija de un árabe
que había nacido en el paraje de Nahuel Niyeu y que luego al fallecer sus
padres la trajeron a Valcheta quedando al cuidado de su tío, don Jacinto
Direne, dado que su mamá y la de éste eran hermanas. Y es así como se casaron.
Lejos de mi querido valle de Valcheta, un día 23 de
Agosto nací yo, porque para la ocasión
mis padres se habían trasladado a la ciudad de Bahía Blanca.
Una vez de regreso en el terruño mi padre deja el
trabajo en Agua y Energía y comienza a tomar obras por su cuenta como albañil,
que era su oficio al que llegó a amar y ejercer con una pasión envidiable. Aún
quedan viviendas levantadas por sus manos. Mientras tanto mi madre cosía y
tejía para ayudar a la economía familiar.
Por razones de los estudios primarios cuando yo tenía
cinco años deciden radicarse en Bahía Blanca y hacia allí partimos en tren.
Llevaban muchas esperanzas y sueños.
En esa ciudad nació mi hermano Miguel Ángel que
falleció hace algunos años en Villa Regina.
En Bahía Blanca pasamos largos años volviendo
solamente a Valcheta para las vacaciones o para algún acontecimiento familiar
destacado.
Allí yo hice la escuela primaria en dos escuelas, la
secundaria y los comienzos de la carrera de letras en la Universidad del Sur,
hasta que en el año 1973 definitivamente la familia vuelve a afincarse en el
Sur, debido a que papá había tomado el trabajo de las obras de arte sobre la
Ruta Nacional Nº 23, en ese entonces toda de ripio; y también porque la
violencia política de aquellos años aciagos hacía estragos en bienes y
personas.
El regreso a la vida pueblerina me devolvió a mis
amigos y a los entretenimientos propios de aquellos años: confiterías, clubes,
funciones de cine, militancia política, mi trabajo en la Municipalidad y largas
guitarreadas en las peñas que estaban tanto de moda.
Durante algunos años supe trabajar en la
administración del “Supermercado Carlitos”. Entre otras responsabilidades era
el encargado de llevar el stock de las mercaderías almacenada en sus galpones y
también supervisar la tarea de carga y descarga de los transportes de aquella
época.
Entre los peones para esa dura tarea que ocupaba
Carlitos Mortada, el propietario del comercio,
era infaltable un verdadero personaje del pueblo: Leandro Kusich.
Changarín por hora, muy conversador, sabedor de todas las novedades y de un
ingenio muy particular.
Varias veces me confiaba entre pícaro y chimentero que
yo tenía una hermana que vivía en el Valle Medio y que era hija de mi padre.
–Vos preguntale- me decía y se alejaba sonriendo.
Un día intrigado le pregunté a mis padres y disiparon
toda duda diciéndome que eran mentiras y que no hiciera caso a esos comentarios
que no tenían ningún asidero y más por venir de alguien tan fabulador como era
Leandro.
Pasaron los años: me casé con Irma, mi compañera de
vida, tuve dos hijos y dos sobrinos hijos entrañables. Hoy hasta somos abuelos.
Un aciago día que siempre recuerdo con tristeza el
teléfono fijo con una llamada desde Buenos Aires me dio la infausta nueva:
había fallecido mi padre en un accidente, cuando un tren arrolló al auto en el
cual se desplazaba con un amigo. Una gran desesperación. Mamá estaba sola y
sola afrontó todo lo relativo a los trámites para trasladar su cuerpo hasta
Valcheta. Y yo sufrí la primera gran pérdida de mi vida.
Años después, enferma del corazón, también mi madre
estaba aprestada para el gran viaje. Una tarde me llama a su lecho y me dice
que me tiene que contar una confidencia. Que si algún día llamaba o se
comunicaba conmigo una señora diciendo que era hermana mía, que eso era cierto,
que la había tenido mi padre antes de conocerse con ella. La gran revelación me
hizo acordar de Leandro, que también había fallecido unos años antes.
Y así, con sus sueños y siempre extrañando a papá, una
mañana muy triste también mamá, la buena, fuerte y trabajadora de mi madre, nos
dijo adiós desde una sala del Hospital de Valcheta.
Con Miguel Ángel ahora sabíamos que teníamos una
hermana, pero ¿Cómo encontrarla?
Un día por esta maravilla de los correos electrónicos
recibo uno que era de una joven profesional radicada en el Sur y me dijo que su
madre, mi hermana, quería conocerme y no se animaba. Que ellos sus hijos –mis
sobrinos- estarían felices si nosotros nos juntábamos. Habían localizado mi
correo por mi blog. Yo muy emocionado le dije que eso era verdad y le conté la
parte que yo sabía y que también quería conocerla.
Así para una Fiesta de la Matra, Elvira Serra, mi
hermana, vino a casa y recuperamos los años perdidos con gran afecto y amistad
entre nuestras familias.
Cuando mi hermano ya estaba muy grave en Villa Regina,
con Elvira lo acompañamos hasta sus últimos momentos.
Mi hermana es muy buena cocinera, enfermera jubilada,
pintora de cuadros por vocación y una gran persona. En el balneario de Las
Grutas cuando nos juntamos parte de las dos familias somos como quince o más.
Me viene a visitar y visita a mis dos hijos que estudian en Bahía Blanca. Nos
queremos mucho.
Yo pienso que la vida tiene estas cosas: a veces nos
quita, pero también como en mi caso nos devuelve y con creces lo que nos ha
quitado.
Yo recuperé a mi hermana después de tantos años y
ambos hoy disfrutamos de este tiempo nuevo que Dios nos ha concedido. Y eso no
es poca cosa.
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19 de Agosto, 2013
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CRÓNICAS |
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LA PARTIDA DE NACIMIENTO DEL LIBERTADOR En estos momentos en que ciertos historiadores han difundido distintas versiones sobre la filiación del General don José de San Martín es importante reproducir un documento inapelable publicado en el año 1921 por Fray Reginaldo de la Cruz Saldaña Retamar, S.O.P. en la revista de los domínicos de la ciudad de Buenos Aires “Ensayos y Rumbos” que textualmente dice: “En veintiséis días del mes de Febrero de mil setecientos y setenta y ocho años, yo el infrascripto, Fray Francisco de la Pera, Orden de Predicadores, cura doctrinero de Ntra. Sra. De los Reyes de Yapeyú, misiones del Uruay, bauticé, puso óleo y crisma al párvulo blanco Franco. Joseph, nacido en el día de ayer, hijo legítimo del capitán y teniente gobernador de este departamento y de su jurisdicción por S. Mag. (q.D.gda.) Don Juan de San Martín, natural de la Villa de Cervatos, en el reino de León, y de Doña Gregoria Matorras, natural de Buenos Aires (sic). Fueron sus padrinos don Cristóbal de Aguirre y doña Josefa de Matorras, a quienes advertí su cognación espiritual. Por verdad lo firmo, Fray Fco. De la Pera”. Sobre la misma el historiador Fermín Chávez observa que el sic intercalado por el copista se explica porque Gregoria Matorras era nativa de Paredes de Navas. UNA CARTA AMARGA El 1º de febrero de 1834 San Martín escribió una carta a su amigo Tomás Guido desde su exilio en Francia que muestra su pensamiento sobre los problemas de la Patria en esos momentos: “Ya es tiempo de dejarnos de teorías que 24 años de experiencia no han producido más que calamidades, los hombres no viven de ilusiones sino de hechos. ¿Qué me importa que se me repita hasta la saciedad que vivo en un país de libertad, si por el contrario se me oprime? ¡Libertad! Désela a un niño de dos años para que se entretenga por vía de diversión con un estuche de navajas de afeitar, y Ud. Me contará los resultados. ¡Libertad! Para que un hombre de honor se vea atacado por una prensa licenciosa sin que haya leyes que lo protejan… ¡Libertad! Para que si me dedico a cualquier género de industria, venga una revolución que me destruya todo el trabajo de toda una vida… ¡Libertad! Para que se me cargue de contribuciones a fin de pagar los inmensos gastos originados porque a cuatro ambiciosos se les antoja por vía de especulación hacer una revolución y quedar impunes. Maldita sea la tal libertad, ni será el hijo de mi madre el que vaya a gozar de los beneficios que ella proporciona hasta que no vea establecido un gobierno que los demagogos llamen tirano y me proteja de los bienes que me brinda la actual libertad. Convenga Ud. Que a 53 años no puede uno admitir de buena fe el que le quieran dar gato por liebre. El hombre que establezca el orden en nuestra Patria, sean cuales sean los medios que para ello emplee, es el solo el que merecerá el noble título de su libertador”. UNA FIESTA EN LA CASA DE LOS ESCALADA “La fiesta tenía un contenido patriótico y se daba en casa de la familia Escalada. San Martín comprometió su presencia. Esa noche las luces de todas las arañas de la gran casona, ubicada en la calle de la Catedral, brillaban en todo su esplendor. Todos los detalles habían sido cuidados por sus dueños. Asistía la plana mayor del Regimiento de Granaderos a Caballo. San Martín, austero y callado, no tenía excusa para dejar la reunión que estaba en pleno. Llamó la atención de los asistentes, pues se lo vio atender y bailar repetidas veces con una niña que parecía una heroína salida de un cuadro griego. De bellos y profundos ojos negros que contrastaban con la transparente blancura de su tez, delgada y no tan alta. No ocultaba la fragilidad del cuerpo, bajo las profusas caídas del vestido, abultado en superposición de telas y de gasas. San Martín, que no pensaba en otra cosa que en su Regimiento, se enamora de una niña mujer, que por su edad (14 años), fortuna y rango social, se convertía en la novia ideal. El tenía 34 años de edad, entre delgado y un poco alto, de tez morena, ojos profundamente oscuros y ademanes elegantes”. LOS MOTIVOS DEL EXILIO Una carta del Libertador a su amigo O’Higgins pone de relieve algunos datos que explican su decisión de exiliarse en Europa. Desencantado le escribe que “se me han es camorreado ocho cartas más que las tengo escritas desde mi salida de América; esto no me sorprende, pues me consta que en toda la administración de Rivadavia, mi correspondencia ha sufrido una revista inquisitorial la más completa. Yo he mirado esta conducta con el desprecio que merecen sus autores”. Y agrega que “confinado en mi estancia de Mendoza, y sin más relaciones que con algunos de mis vecinos que venían a visitarme, nada de esto bastó para tranquilizar la desconfiada administración de Buenos Aires; ella me cercó de espías, mi correspondencia era abierta con grosería, los papeles ministeriales –siempre Rivadavia- hablaban de un plan para formar un gobierno militar bajo la dirección de un soldado afortunado, etc., en fin, yo vi claramente me era imposible vivir tranquilo en mi Patria interin la exaltación de las pasiones no se calmase, y esta certidumbre fue la que me decidió pasar a Europa. Quedan en el tintero muchos otros escolios relacionados con la vida y obra del general José de San Martín (la donación de su sable a Juan Manuel de Rosas, su pertenencia o no a la masonería, entre otros) pero los cuatro precedentes que sirvan a manera de homenaje ante un nuevo aniversario de su fallecimiento. Jorge Castañeda Escritor – Valcheta |
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SOBRE MÍ |
Jorge Castañeda
Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.
Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.
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AL MARGEN |
Jorge Alberto Castañeda |
Escritor y periodista de Valcheta, localidad ubicada en la Patagonia Argentina |
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