VALCHETA Y LAS
CRECIENTES: LA IMPORTANCIA DEL
TOPONIMO
Jorge Castañeda
Escritor - Valcheta
Es sabido que los integrantes de los pueblos preexistentes
cuando nombraban a algún paraje o accidente geográfico los hacían indicando sus
propiedades o características más sobresalientes.
De allí la importancia de saber interpretar nuestra
toponimia y leer en el nombre impuesto la síntesis que lo identifica con
precisión y justeza.
A diferencia de estos pueblos, los viajeros posteriores
bautizaron lugares de nuestra Patagonia con profusión de nombres y apelativos.
Escribe Cipriano Arbe en su interesante crónica “Vodudahue
82, un viaje al mito” que cuando tehuelches y mapuches nombraban algo “era
porque tenían una relación distinta con su medio, lo respetaban más, y no se
apropiaban de montañas, ríos y valles. Designaban los lugares nombrando una
característica que les era peculiar; resumían en un nombre la particularidad
que, para nosotros es cuestión de mera cartografía. Ni siquiera distinguían las
corrientes continuas de los ríos sino que, con el nombre, indicaban
emplazamientos. Lo más cercano sería decir que su toponimia era fotográfica,
encerraban en ella una idea del lugar según lo que lo caracterizara”.
En el caso particular de Valcheta es un topónimo tehuelche septentrional
que significa “lugar donde el agua se colma” haciendo alusión a las célebres
crecidas aluvionales del arroyo, donde desemboca el agua pluvial de los
cañadones de la meseta de Somuncurá y de los parajes de Chipauquil y
Chanquín.Precisamente este último topónimo
que designa a éste último en lengua mapuche significa “isla”, “bifurcación u
horqueta”, refiriéndose exactamente a que queda de esa forma cuando hay
crecientes excepcionales.
Volviendo a Valcheta el significado es más que válido dado
que los aluviones son recurrentes en el tiempo y cuando suceden el agua se
desborda de cauce e inundan gran parte del valle y sobre todo a la altura pueblo.
Ese fenómeno lo observó Musters al pasar por allí con los
tehuelches meridionales en 1870: “Ese río está sujeto a grandes crecientes,
como lo demostraban la maleza y la broza que colgaban de los arbustos y
matorrales en todo el valle, dejados allí evidentemente por la inundación
primaveral”.
Harrington escribe kukbürschanitën o bülchanetën aljkach. O
sea “el río se está llenando”. Y George Claraz en su vocabulariokelelé-apatapschlec, traducido: “el gran
diluvio” y “salir, reventar, inundar”.
O sea que para tehuelches y mapuches, grandes conocedores
de parajes y lugares, no era desconocido que al arroyo Valcheta en determinadas
épocas se desbordara inundando con sus aguas todo el famoso “paradero”.
De allí la importancia de los topónimos para asimilar las
características más sobresalientes de cada lugar y de las contingencias
climáticas.
Los pobladores recuerdan algunas crecidas extraordinarias
del arroyo, entre ellas la del año 1966 (ciento ochenta milímetros en dos
horas) que se desbordó incontrolable anegando varias cuadras de la localidad y
entrando a la mayoría de casas y comercios, pero con la particularidad que fue
solamente con la lluvia caídaen
Valcheta pueblo.
Al ser canalizado el cauce del arroyo ya las posteriores
fueron de menores consecuencias, sin embargo ésta última demostró que las
crecientes son recurrentes y que siempre hay que prestar atención a la
toponimia, recordandoque Valcheta es
precisamente“el lugar donde el agua se
colma”.
Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.
Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.