Pachanga
Hoy la lluvia caía impertinente sobre el techo de mi Ford Falcon como un telón de fondo para mi salida en Agua Fresca.
Siempre la sorpresa: Mi crónica del locuaz es la más leída. Eso se debe a la generosidad tuya que sabés leerla tan bien y no a mi pobre pluma, ya fatigada por muchos años de oficio.
Va lo prometido para tantos valcheteros que están afuera:
Un poema al bueno de mi amigo Pachanga.
Hoy avecinado en el Hospital y todo un señor: PACHANGA
Por las calles de mi pueblo
viene el bueno de Pachanga
con su torpe desaliño
su locura de palabras.
Suele juntar las botellas
¡quién dijo que no hace nada!
Lástima que están vacías
y que no pueda llenarlas.
Se aparece por la esquina
con la gorra revirada
con la botella de vino
y sus gritos a la nada.
Con sus grandes zapatones
andará las madrugadas
caminando por Valcheta
con su figura cansada.
Era el cuco de los niños
este bueno de Pachanga
con sus gritos incoherentes
y sus ropas agrandadas.
Hoy lleva con su ternura
una vida reposada
querido por todo el pueblo
sólo sabe de bonanzas.
Personaje de mi pueblo,
compañero de la nada.
¡Qué triste sería Valcheta
sin tu figura Pachanga!
(Jorge Castañeda)