El ingeniero
Guillermo White, uno de los primeros egresados con ese título de la Universidad Nacional
de Buenos Aires, es considerado como “uno de los doce apóstoles de la
ingeniería”.
Hijo de don Allien
White y de doña Juana Brunel, nació en la ciudad de Dolores, provincia de
Buenos Aires, un 27 de Junio del año 1844. Su abuelo, don Pío White había
llegado a la Argentina
en el año 1800 procedente de la ciudad de Boston, Estados Unidos, y le cupo una
destacada actuación durante las Invasiones Inglesas participando luego con
dinero y armamento para financiar la escuadra del Almirante Guillermo Brown.
El ingeniero White
ejerció el cargo de presidente del directorio de la empresa Ferrocarril del Sud,
y con el mismo cargo en los ferrocarriles de Buenos Aires y de Rosario, luego
fusionados al formarse el Ferrocarril Central Argentino.
Oportunamente el
entonces Ministro de Interior Dr.Benjamín Zorrilla la expresó la necesidad de la construcción de una vía
férrea al entonces Territorio Nacional del Neuquén, que pese a la posición en
contrario de White se pudo concluir en el término de dos años con una extensión
de 500 kilómetros.
Un hecho destacado
de la vida del ingeniero White fue su iniciativa sumarse junto al Dr.
Estanislao Cevallos y otras personalidades para fundar un centro de estudios
científicos, hoy conocido como la Sociedad Científica
Argentina, de la que fue su vicepresidente.
También supo
ejercer como docente universitario como profesor de cálculo infinitesimal en la Facultad de Matemáticas.
Pero tal vez la
figura destacada del Ingeniero Guillermo White es recordada por ser el
constructor del muelle y los elevadores del Puerto de la ciudad de Bahía
Blanca. Obra avizorada por aquel entonces dentro de un proyecto de desarrollo
para el interior del país.
En oportunidad de
inaugurarse las obras del Ferrocarril por el entonces Presidente de la Nación, General Julio
Argentino Roca, cuyo primer viaje debió interrumpirse en la estación Chimay,
Río Negro, por la crecida del río, al regresar el convoy al Puerto, como se lo
llamaba- durante una cena pronuncian sendos discursos el ingeniero White y el
General Roca donde en un brindis improvisado el Presidente de la Nación expresó que “en
homenaje a don Guillermo White, se cambiaría la denominación de “El puerto” por
la “Ingeniero Guillermo White, y a su regreso a Buenos Aires firma el decreto
respectivo el día 20 de Junio de 1899.
Retirado de la
vida activa fallece en la ciudad de Mar del Plata un 11 de Febrero de 1926.
En una de las
últimas entrevistas periodísticas White supo decir sobre su vida que “¿Qué
habría de contar que fuera interesante? Toda mi existencia fue dedicada a la
labor. He trabajado siempre y de pobre que era en mi juventud, he llegado a
tener una ancianidad holgada”, acotando que “Casi no he tenido tiempo de que me
ocurriera nada extraordinario en mi larga existencia. Ella es una misma línea
recta de labor sin tregua, y si alguna cosa me preocupa ahora, es el carecer de
ocupación”.
A 86 años del
fallecimiento de Guillermo White, uno de los emblemáticos “ingenieros de la Patria” es útil rescatar
aspectos de su vida y proyectarlos al presente como ejemplo de grandeza, de
tesón y de una vida entregada a los grandes objetivos de desarrollo.
Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.
Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.