Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
JORGE CASTAÑEDA
Blog de literatura de la Patagonia
« Blog
Entradas publicadas por lineasur
Mostrando 11 a 20, de 182 entrada/s en total:
28 de Mayo, 2014    POEMAS

PULPITO

PULPITO

 

Con su balde pintoresco

A destajo suele andar

A “Pulpito” lo conocen

Hasta las olas del mar.

 

Una risa en bandolera

Y unas ganas de jugar

Con sus gritos destemplados

Buscando a quien asustar.

 

Pulpito está con la playa

Personaje sin igual

Si las gaviotas lo siguen

También les quiere gritar.

 

Si alguna turista es nueva

Un buen susto le va a dar

Porque él así se divierte

Y divierte a los demás.

 

Tal vez alguna tristeza

Este Pulpito tendrá

Escondida en la noche

Penas no le faltarán.

 

Al otro día la rutina

Por la playa lo verá

A los gritos con su balde

Como queriendo asustar.

 

Personaje de unas Grutas

Que el tiempo quiere llevar

Con las olas que murmuran:

“Y pulpito no se va”.

 

 

Jorge Castañeda

Valcheta (RN).-

Palabras claves
publicado por lineasur a las 13:05 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
28 de Mayo, 2014    CANCIONES

EL BUENO DE PACHANGA


EL BUENO DE PACHANGA

Ruben Peinipil, "pachanga" vive en el hospital y pasa sus horas haciendo amigos y recordando seguramente aquellos años en que recorría las calles de Valcheta.  

  

 

Por las calles de mi pueblo

Venía el bueno de Pachanga

Con su torpe desaliño

Su delirio de palabras.

 

Se aparecía por la esquina

Con la gorra revirada

Con sus perros callejeros

Y sus gritos a la nada.

 

Con sus grandes zapatones

Habrá andado madrugadas

Caminando por Valcheta

Con su figura cansada.

 

Solía juntar las botellas

¡Quién dijo no hacía nada!

Lástima estaban vacías

Y que no podía llenarlas.

 

Era el cuco de los niños

Este bueno de Pachanga

Con sus cosas incoherentes

Y sus ropas agrandadas.

 

Hoy lleva con su ternura

Una vida reposada

Querido por todo el pueblo

Sólo sabe de bonanzas.

 

El Hospital su querencia

Y risueña la mirada.

Y como escucha la radio

No se cansa de escucharla.

 

Personaje de mi pueblo,

Compañero de la nada.

¡Qué triste sería Valcheta

Sin tu figura Pachanga!

 

 

Jorge Castañeda

Valcheta (RN)

 

 

Palabras claves , , ,
publicado por lineasur a las 13:02 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
20 de Mayo, 2014    POEMAS

RINGO Y SUS PALITOS

imagen subida de http://demedios.fullblog.com.ar/
Imagen subida del Diario Río Negro 

RINGO Y SUS PALITOS

 Ha dejado por Las Grutas

Una bohemia condición.

Si la vida es una lucha

No se entrega Ringo, no.

 

Un latido callejero

Anima su vocación

Y camina por las calles

Al ritmo del corazón.

 

Sabe andar con sus palitos

Esperando la ocasión

Que alguna banda lo llame

Para empezar la función.

 

Y si el vino compañero

Le guiña una invitación

El Ringo deja los palos

Con gesto de soñador.

 

La luna ya lo conoce

El mar le da su canción

Y se ahoga en la batería

Con su duende regañón.

 

Y transita con desaliño

Su silueta de peatón

Residente del balneario

Sin ninguna ocupación.

 

Tiene un alma de batero

Con buena reputación

Este Ringo estrafalario

Personaje y gran señor.

 

Jorge Castañeda

Valcheta





"Ringo" es un personaje que vive en el Balneario Las Grutas, en la Patagonia Argentina  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Palabras claves , , ,
publicado por lineasur a las 11:25 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
19 de Mayo, 2014    POEMAS

LAS GRUTAS BAJO EL SOL


LAS GRUTAS BAJO EL SOL

 

Qué bonita está las Grutas

Con sus chicas bajo el sol

La placita de artesanos

Con el mar y su rumor.

 

Con su blanca costanera

Con su cielo en arrebol

Y la playa que se llena

Cuando aprieta la calor.

 

Recuerdos de Menjolou

Artesano y buen pintor

Y la voz del gordo Meis

Recordado trovador.

 

Con la Galería Antares

Y en la tercera el avión

Después vino Casablanca

Y el progreso fue mayor.

 

Se quedaron los murales

Pintados por Vilaró

Y hasta vienen las ballenas

A visitar la región.

 

Aquí pasa el playerito

Avistarlo es lo mejor

Los artistas callejeros

Que no dejan su función.

 

Qué bonita esta Las Grutas

Con sus chicas bajo el sol

La placita de artesanos

Con el mar y su rumor.

 

 

 

 

 

 

 

 

Palabras claves , , , ,
publicado por lineasur a las 10:12 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
14 de Mayo, 2014    CRÓNICAS

LOS POLITICOS RIONEGRINOS ENTRE DIALOGOS Y REFRANES

LOS POLITICOS RIONEGRINOS

ENTRE DIALOGOS Y REFRANES

 

Jorge Castañeda

Escritor - Valcheta

 

¿Qué se hará con los gastos reservados?

 

-DEJA LA BOLA CORRER QUE SOLA SE VA A PARAR.

 

 

 

¿Cómo ves la interna para el 2015?

 

-AGARRATE CATALINA QUE VAMOS A GALOPAR.

 

 

 

¿Y la situación en el Frente para la Victoria?

 

-ESTA QUE DA ASCO LA SITUACION EN DAMASCO.

 

 

 

¿Por qué para los políticos la traición es una virtud?

 

-QUIEN DE GALLINA NACE, ESCARBA.

 

 

 

¿Hay que presentarse a un nuevo mandato?

 

-SI UNO TIENE CARTAS, JUEGA, Y SI NO SE VA A BARAJAS.

 

 

 

¿Cómo están los tiempos con vistas al 2015?

 

-CORTITOS COMO VIRAJE E LAUCHA.

 

 

 

¿Es necesaria la gobernabilidad de la provincia?

 

-NO VA A SER COSA QUE DE GORDA NO CAMINE Y DE FLACA NO SE NOS CAIGA.

 

 

 

¿Cómo son los rencores en la política?

 

-PELIGROSOS COMO PUCHERO E CABEZA.

 

 

 

¿Cómo ve a algunos funcionarios?

 

-MAS ECHADOS PA TRAS QUE EL QUE INVENTO LA GARGARA.

 

 

 

¿Cómo hacer ante situaciones difíciles que se presentan en la vida política?

 

-HAY QUE VADEAR EL RIO DESPACITO Y POR LAS PIEDRAS.

 

 

 

¿Hay que ensañarse con el dirigente caído en desgracia?

 

-LAS RATAS SE ACERCAN AL LEON CUANDO ESTA MUERTO.

 

 

 

¿Y los que hablan para la gilada?

 

-SE CREEN QUE SON PIOLAS Y SON UNOS PIOLINES.

 

 

 

¿Cómo ve la conformación de frentes y alianzas?

 

-ENTREVERAOS COMO TROTE E PERRO.

 

 

 

¿Cómo están los funcionarios en sus despachos?

 

-PRENDIDOS A LA GRAN UBRE.

 

 

 

¿Hay que hacer una autocrítica de los errores?

 

-DESPUES DEL CONEJO IDO, PALOS A LA MADRIGUERA.

 

 

 

¿Cómo está el debate de las ideas políticas?

 

-MÁS CHATO QUE SUELA DE ALPARGATA.

 

 

 

¿Cómo está la imagen de los políticos?

 

-CON MAS RAJADURAS QUE BALDE DE PLASTICO.

 

 

 

¿Por qué hay que tener cintura para ser político?

 

-EN LA CASA DEL JABONERO EL QUE NO CAE SE REFALA.

 

 

 

¿Cómo hay que andar en política?

 

-DERECHO COMO HACHAZO E ZURDO.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Palabras claves , , , , , ,
publicado por lineasur a las 10:34 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
14 de Mayo, 2014    POEMAS

HAN BROTADO LAS FLORES DE MIS CACTUS


HAN BROTADO LAS FLORES DE MIS CACTUS

 

Han brotado las flores de mis cactus.

Su color de azafrán, su terciopelo,

Y esa fosforescencia anaranjada

Que suma su color a mis momentos

Y alegra la rutina de mis actos.

  

Han brotado las flores de mis cactus

Y mi hija no se encuentra para verlos.

 

 Han brotado las flores de mis cactus

Bellas como corolas en secreto

Y tienen una gracia que engalana

La placidez tranquila de mi huerto.

 

 Han brotado las flores de mis cactus.

No lo hacen todos los años. Es cierto.

Pero algo ha de tener esta mañana

Para abrir su crisálida de fuego.

¡Oh, dicha del edén y de su pacto!

 

Han brotado las flores de mis cactus

Y mi hija no se encuentra para verlos.

 

Han brotado las flores de mis cactus

Y todo tiene una actitud de rezo:

Mi alma, el jardín, el árbol y la casa,

Y la fugacidad que tiene el tiempo.

 

Han brotado las flores de mis cactus

Y mi hija no se encuentra para verlos.

 

 

 Jorge Castañeda

Valcheta (RN)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Palabras claves , , , , , ,
publicado por lineasur a las 10:28 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
30 de Abril, 2014    CRÓNICAS

LOS HERMANOS PILQUIMAN


LOS HERMANOS PILQUIMAN

 

Solamente el timorato puede hablar con tanta soltura sobre las cosas que desconoce. Y solamente  los políticos de turno creen que por visitar raudamente algún paraje ante una emergencia conocen la penuria de la gente que vive en la zona rural de la provincia de Río Negro, sobre todo en la meseta de Somuncurá.

 

Hay que vivir en ella poblando campos estériles donde solo se ve la pura piedra, el coirón achaparrado por el viento y en épocas de invierno hasta los alambrados congelados por la helada.

 

Es dura la vida en la meseta para los hombres que la habitan con su puñado de animales, invariablemente unos pocos caprinos o yeguarizos, que es lo que esos campos olvidados de la mano de Dios permiten. Su geografía austera donde nada se regala va templando el alma de estos hombres y mujeres que tienen la osadía de poblarla y hacerla su lugar en el mundo.

 

En pocas ocasiones bajan a los centros o a los pueblos que a veces están a más de 150 kilómetros, por caminos imposibles, casi siempre cortados donde reinan los cañadones, las piedras estorban el paso de cualquier vehículo y las promesas de los funcionarios sobrevuelan en el aire. Generalmente cuando tienen que comercializar el pelo de chivo, vender algún animal para comprar los pocos vicios que serán su única subsistencia durante meses o cuando están enfermos.

 

Leña tampoco hay, la tierra de la meseta es mezquina hasta para eso. Y la temperatura en épocas de invierno baja hasta los 20 grados bajo cero. Se congelan las manos, el combustible, el agua para tomar y hasta el aliento de estos crianceros que siempre esperan tiempos mejores.

 

¿Cómo se puede hacer para conocer el sufrimiento de esta gente que está sola, impotente, olvidada y a la intemperie de toda justicia? ¿Quién se hace cargo de tanta desidia, de tanta negligencia, de tantas postergaciones?

 

La dieta cuando la situación lo permite es algún costillar de carne de potro, unos pedazos de galletas duras, el mate conversado en la intimidad del puesto y algunas tortas fritas de varios días si se tiene la suerte de tener harina.

 

Tampoco hay ropa que pueda abrigar tanto frío. Algunos pellones en los catres y  la compañía de los perros que a veces son los únicos compañeros fieles de la gente de campo. Pero lo más difícil de todo es encontrar un poco de solidaridad que abriga más que muchas cobijas.

 

Los hermanos Pilquimán son viejos pobladores de la meseta, conocidos por hospitalarios y por los turistas que se acercan a su rancho para sacarse algunas fotos con ellos.

 

Saben de las penurias que trae vivir en esas alturas de la meseta. Allí sí que las piedras hablan, las únicas tal vez que como ellos resisten el clima hostil y el abandono que como una espina de tunales se clava en la carne y en el alma.

 

Conocen su hábitat como la palma de su mano. Eso han sido siempre: crianceros. Luchando contra la sequía, contra las crecientes, contra las plagas que hacen desastres en sus pocos animalitos, contra la indiferencia de los que podrían cambiar un poco las cosas y no lo hacen.

Están ahítos de tantos sufrimientos y todo lo viven con una resignación que es de admirar. Hablan muy poco porque como otros habitantes de los parajes rurales tienen la dignidad de soportar en silencio sus propios males.Por, uno se pregunta  ¿de qué serviría quejarse? ¿Y quién como se dice ahora les prestaría la oreja?

 

Dicen que la meseta es linda y es cierto. Pero es una verdad a medias: la meseta también es dura y para habitarla hay que encallecer los sentimientos y curtirse en los mil contratiempos que la vida en la Patagonia presenta. Porque como decía Saint Exupéry: la meseta “resiste el corazón de los hombres”.

 

¿Se puede hablar de justicia cuando hay familias como los Pilquimán poblando algún lugar perdido en la geografía rionegrina? ¿Hay algún programa que contemple tamaña ignominia? ¿Qué estadística puede tabular la situación de estos provincianos que resisten a puro coraje la osadía de vivir en los campos? ¿Qué leyes regulan tanto abandono? ¿Qué inclusión les dará una mejor calidad de vida?

 

Como los hermanos Pilquimán y Teófilo Pazos hay otros muchos más que soportan sus desventuras esperando siempre un tiempo mejor. Son pobladores del infortunio y de la soledad.

 

Esperan con los ojos cansados de ver tantos años malos, tantas encrucijadas, sabiendo que mañana será igual o peor que hoy.

 

Tal vez algún día se haga justicia con ellos. Tal vez algún día se reconozca su sacrificio. Y tal vez algún día amanezca para ellos el sol de un mejor porvenir.

 

 Jorge Castañeda

Valcheta

 

 

 

 

Palabras claves , ,
publicado por lineasur a las 09:40 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
28 de Abril, 2014    CRÓNICAS

ENTRE MACONDO Y VALCHETA

Macondo
Valcheta

ENTRE  MACONDO Y VALCHETA

 

 

Macondo “una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos”.

Valcheta, un pueblo asentando sus reales a la vera del arroyo homónimo cuyo remoto curso atisbaron los ojos asombrados de los primeros exploradores describiendo la pureza de sus aguas y la feracidad de sus pastos y en cuyos parajes aledaños los huevos de titanosaurios rigen su duermevela entre nidadas y cascarones.

Macondo donde Melquíades “fue de casa en casa arrastrando don lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aún los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se los había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos”.

Valcheta, donde las mojarras desnudas son una especie única en el mundo porque están desprovistas de escamas y escudriñan desde hace más de cien años de soledad las nacientes del arroyo mesetario, donde el brazo frío y el brazo caliente se unen en “La Horqueta”, confluencia y derrotero que busca su destino de arena y sal en el gran bajo del Gualicho.

Macondo cuyas casas “se llenaron de turpiales, canarios, azulejos y petirrojos” y donde “el concierto de tantos pájaros distintos llegó a ser tan aturdidor que Ursula se tapó los oídos con cera de abejas para no perder el sentido de la realidad” y cuando “los gitanos encontraron aquella aldea perdida en el sopor de la ciénaga confesaron que se habían orientado por el canto de los pájaros”.

Valcheta donde las loradas parten inquietas y bulliciosas todas las santas mañanas desde los árboles de las riberas inquietando a propios y forasteros pero en especial orientando a los arrutados con alada y móvil precisión  de brújula con forma de bandada.

Macondo donde “las mariposas amarillas precedían las apariciones de Mauricio Babilonia” y aún “alguna vez las había sentido revoloteando sobre su cabeza en la penumbra del cine”.

Valcheta, donde un árabe de los mal llamados turcos hubo pintado las gallinas de verde, rojo furioso, amarillo o fucsia para que nadie se imaginara que eran hurtadas por la noche de los gallineros más desaprensivos y para que ningún vecino las reconociera como propias.

Macondo, donde “el primero de la estirpe está amarrado a un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas” y donde “un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán bíblico” dejó su huella implacable.

Valcheta, donde el negro Eusebio de la Santa Federación tuvo más ínfulas que un obispo, sin haber pisado nunca su suelo.

Macondo, donde “las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Valcheta entre la elevación azulada de la meseta y el bajo salitroso del Gualicho; entre los “pozos que respiran” y la “piedra de poderes”; entre la “cueva de Curín” y la “puerta del diablo”; entre los árboles milenarios y la paz mítica de “la gotera”, donde la estirpe vieja de sus familiares aguarda un destino mejor y más auspicioso a la sombra de los sauces históricos que reverdecen por sus gajos con cada primavera.

 

 

Palabras claves , , ,
publicado por lineasur a las 13:38 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
22 de Abril, 2014    CRÓNICAS

TAL VEZ ALGUN DIA ARROYO LOS BERROS…


 

 

TAL VEZ ALGUN DIA ARROYO LOS BERROS…

 

 

 

Los pobladores del paraje Arroyo Los Berros, ubicado en la Línea Sur rionegrina en las estribaciones de la meseta de Somuncurá, supieron conocer tiempos infinitamente mejores.

Otra era la historia del lugar cuando el agua de su pequeño arroyo regaba las huertas y el pueblito era un vergel. Ya se sabe que desde siempre en la historia de la humanidad el agua es vida. Corre por las acequias, riega los sembrados, irriga las arboledas y transforma hasta los polvorientos eriales en verdaderos oasis. Eso era la comunidad de Arroyo Los Berros. Un oasis en medio del desierto patagónico.

Los vecinos, pequeños productores laneros en su generalidad, vivían con cierta holgura. Tenían buenos vehículos y hasta podían enviar a sus hijos a estudiar en las ciudades.

Allí, en uno de mis viajes por la zona, conocí a don Manuel Cayul, el lonco de la  comunidad mapuche de Los Berros. Hombre cabal y preocupado siempre por la realidad de su lugar en el mundo. Me sabía contar de los esfuerzos por una vida más digna y de los proyectos para que el desarrollo y el progreso llegaran también a ese rincón perdido de la Patagonia.

La vida parecía transcurrir con menos urgencia que en las ciudades y siempre había tiempo para el apretón de manos, para la hospitalidad de puertas abiertas donde el mate y las tortas fritas alegraban el alma de los visitantes. Y casi siempre algún cordero al asador mientras el rasgueo de la guitarra en las manos de algún trovador local cuya voz enhebraba en décimas la vida tranquila del hombre de campo y sus faenas.

Pero la vida misma tiene sus cosas. Si bien el refrán dice que no hay mal que dure cien años la buena fortuna tampoco dura para siempre. Así fue y será la existencia de los hombres sobre la tierra.

Y hay acontecimientos que ninguna fecha infausta recuerda pero que de un solo golpe cambia para siempre la vida de pueblos y personas.

Por decisiones siempre ajenas a los lugareños un buen día se comenzó la construcción de un acueducto para llevar agua desde Los Berros hasta la ciudad minera de Sierra Grande.

Nadie consideró el perjuicio y el daño que dicha medida ocasionaría a los vecinos. Todos sabían que se condenaría a muerte al paraje pero nadie dijo nada. Tal vez haya sido sólo una razón numérica, pero ya se sabe que en estos tiempos impiadosos solo prevalece en quienes toman las grandes decisiones un sentido economicista  y las razones de los marginados y excluidos no cuentan para nada porque no dejan dividendos ni votos.

Y lo que era un oasis al perder el agua del cauce del arroyo que lo irrigaba dejó de serlo. El arbolado perdió su verdor, las quintas quedaron ociosas y los frutales a secarse.

Y luego una de las sequías más prolongadas e impiadosas solo trajo aparejado infortunios mayores.

Y así muchos vecinos bajaron los brazos y los jóvenes se fueron del lugar. ¡Qué difícil es vivir en estas regiones olvidadas de la mano de Dios! ¡Cuántos contratiempos hay que soportar!

Pasados los años Arroyo Los Berros nunca fue el mismo. Varios vecinos emigraron, don Manuel Cayul partió para siempre como no queriendo ver tanta desazón.

En estos días ha sido noticia debido a las intensas lluvias que asolaron el paraje. Aislado, con viviendas derribadas y evacuados. La naturaleza también sabe ser implacable y parece poner a prueba el carácter de su gente.

El acueducto ha sufrido también las consecuencias del aluvión y ha quedado fuera de servicio privando de agua a Sierra Grande.

¿Servirá esta experiencia para que los políticos tomen decisiones acertadas y no vuelvan a poner la bandera de remate a una localidad? ¿Para que comiencen a pensar en grande?

Tal vez algún día Arroyo Los Berros como muchos otros parajes patagónicos recupere sus momentos de esplendor. Tal vez sea noticia por las cosas buenas que también pasan. Tal vez algún día vengan tiempos mejores.

 

 

 

Jorge Castañeda

Escritor - Valcheta 

Palabras claves , , , , , ,
publicado por lineasur a las 09:23 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
16 de Abril, 2014    CRÓNICAS

LOS ARABES RIONEGRINOS

 

 LOS ARABES RIONEGRINOS

 

Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

 

Los taureg supieron trajinar el laberinto del desierto a su antojo.  Con sus camellos y dromedarios soportaron el sol ardiente y la sed implacable. Dejaron la huella de sus caballos –según se dice los mejores del mundo- donde el viento y la arena con formas más cambiantes que las de Proteo las desdibujaban con persistencia y tenacidad.

Sólo el verde espejismo de los oasis les permitía descansar del trajín de sus vidas errantes donde los días y las noches se repetían iguales y recurrentes.

Las caravanas, el comercio de animales, la libertad de sus vidas nómades, las noches frías contrastando con el calor opresivo de los soles calcinantes, los dátiles, las tormentas de arena, la leche de cabra, la cuajada blanca, el redondo pan al rescoldo, los morteros con su almirez, el filo cortante de sus dagas engastados sus mangos de piedras preciosas y sus hojas de fina filigrana.

El desierto fue el protagonista de estos pueblos. Su razón de ser. Su ámbito reservado. Conservando una cultura varias veces milenaria pudiendo llegar a decir que allende fue formada la placenta del mundo y de la civilización. El cuño precioso de la vida. Las primeras ciudades: Baalbek, Biblos…, cargadas de historia y de cultura.

Pueblos y pueblos pasaron por sus arenas ardientes, señores ya del arte de la guerra o del comercio, protegidos sus rostros y sus cuerpos por la túnica blanca como el color de las raras nubes que nunca supieron descargar el milagro del agua.

Sólo la sed y la fatiga, la búsqueda del sol a desierto traviesa, la libertad de vivir sin arraigo, solo las arenas “inconmensurables y abiertas” su lugar en el mundo. Y el pie en el estribo partiendo siempre de ningún lugar para arribar a otra nada igual a la de ayer.

Por eso tal vez la estirpe nueva de esos atrevidos hombres del desierto supo elegir después de bajar de los barcos temibles un  paisaje similar, cambiando cedros por araucarias, pero esta vez para echar raíces y formar familias que habrían de perpetuar los exóticos apelativos de su linaje oriental.

Y cambiaron un desierto por otro, ésta tan nuestro y cercano, que está aquí al alcance de la mano y también cerca de las estrellas de un hemisferio diferente: la región sur de Río Negro, en pleno corazón de la Patagonia, madre tierra de todos los desahuciados.

Y como allá en su lejano terruño también trajinaron el desierto nuestro para ejercer el comercio, ese viejo oficio que traían en su sangre. Y parieron en estas soledades de coirón y de basalto sus emprendimientos a los que bautizaron con toda la nostalgia de su corazón: “La Flor de Siria”, “El baratillo del Líbano”, donde nunca faltaba el anís compañero, el plato con aceitunas, la blancura del leven, el kepi crudo con burgol y menta, las fatay con carne de capón picada a cuchillo, los postres con pistacho y almíbar.

Con su castellano a destiempo, algunos con el Corán debajo del brazo (tengo el que era de mi tío), con la delicadeza gris del narguile para ocultar su nostalgia, con la persistencia ante los obstáculos, con la obstinada paciencia de saber que todo se puede.

Cambiaron un  desierto por otro. Se acriollaron, usaron indumentaria paisana, aprendieron las faenas rurales, su hicieron chacareros. Tuvieron hijos, familias con apellidos orientales y siempre el recuerdo de aquel desierto más grande que dejaron en Arabia.

Ese desierto que marcó las cicatrices de su ámbito en el alma de esos inmigrantes y el viento la música permanente que aquí no sólo suele levantar la arenisca de las dunas como allá, sino también las piedras y doblar la copa de los árboles a su antojo.

Porque el desierto es la circunstancia de estos pueblos, la matriz de su memoria genética, su forma de ser, la argamasa que los ha moldeado desde tiempos pretéritos. De allí viene su carácter, su sentido de la hospitalidad, su idiosincrasia, sus costumbres.

El desierto allá y el desierto acá. ¿Importa algo?

En cada patio, en cada casa de estos árabes gauchos y pioneros quedan todavía sus plantaciones de olivos y de viñas. Como allá. Como siempre hicieron. Sacando a la tierra árida y hostil los frutos de la subsistencia.

De esa sangre, de esa herencia, de esa prosapia yo también he nacido al mundo. Amed Ardín, abuelo legendario, tíos Mohamed y Michleb, colectividad del mundo árabe en Río Negro, Neuquén y en el mundo: en el día de la independencia del Líbano mi crónica los recuerda.

 

 Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

 

 La Embajada del Líbano con la firma de su embajador Hicham Hamdan otorgó al autor de la nota “Diploma de Honor” por su obra literaria y el rescate de la cultura árabe.

 

 

 

 

Palabras claves , ,
publicado por lineasur a las 22:41 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
SOBRE MÍ
FOTO

Jorge Castañeda

Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.

Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.

» Ver perfil

TÓPICOS
» CANCIONES (4)
» CRÓNICAS (82)
» DATOS y NOTICIAS (26)
» POEMAS (70)
SE COMENTA...
» LA TEMIBLE SALAMANCA DEL GUALICHO
1 Comentario: Macarena Luque
» Los árabes en Valcheta
23 Comentarios: Eduardo Herrera, dario fermin saavedra, Patricia ELGUEDA, [...] ...
» LA MESETA DE SOMUNCURA
2 Comentarios: carlos parodi barri, carlos parodi barri
» TRENCITO AGUATERO
1 Comentario: Pablo
» EL PAPA QUE SALIO DE MACONDO
1 Comentario: fernando villavicencio
SECCIONES
» Inicio
MÁS LEÍDOS
» A UN CRISMON EN EL CEMENTERIO DE TRELEW
» AL POETA GRUTENSE HUGO ALEGRE
» BORGES Y LAS MALVINAS
» BREVE ESCOLIO SOBRE LA BANDERA DE RIO NEGRO
» CURRICULUM ACTUALIZADO
» De libros, dedicatorias y otras yerbas
» FUERTE ARGENTINO: UN CERRO LEGENDARIO
» Los árabes en Valcheta
» NUEVO LIBRO DE JORGE CASTAÑEDA
» POEMA SOBRE EL GRITO DE MUNCH
CALENDARIO
Ver mes anterior Marzo 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31
BUSCADOR
Blog   Web
AL MARGEN
Jorge Alberto Castañeda
Escritor y periodista de Valcheta, localidad ubicada en la Patagonia Argentina
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad