« Entradas publicadas por lineasurMostrando 1 a 10, de 182 entrada/s en total:
19 de Agosto, 2014
□
CRÓNICAS |
|
EL PAPA QUE SALIO DE MACONDO
Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta
Argentina, del latín argentum
“plata”, por el río impetuoso y ancho que dio su nombre al Virreinato,
aludiendo tal vez a que los españoles lo utilizaban para trasladar la plata
desde los profusos yacimientos de Potosí.
Región legendaria al sur del
Septentrión con ríos desmesurados cuya anchura marea como un mar, con desiertos
inmensurablesque nunca se agotan, con cataratas nunca vistas porojos de hombre
alguno, con ciudades perdidas refulgentes de oro y de piedras preciosas.
Macondo latoy extendido caído de toda cartografía.
Argentina, región de la
aurora, a la que puso crisma y nombre el poeta y sacerdote Martín del Barco
Centenera. Fundaciones en los confines, gallardetes, estandartes y arcabuces.
Frailes con paso de sotana, aventureros de toda laya, ganado cimarrón por
doquiera yregiones misteriosas donde se cuecen habas y legumbres.
Argentina, reino de la
abundancia y la desmesura, donde sus habitantes originarios “viajan del mito a
la realidad” y donde conviven los arcanos con la excelencia, la realidad con la
negación, el orden con la entropía, la ciudad con el páramo y los hombres y
mujeres de limpio corazón con timoratos de toda laya.
Argentina: un nombre y un
destino, una frustración y una esperanza, un credo y una farsa, un empeño moral
y la aleve usurpación de inicuos y
mendaces que la ponen de rodillas y que son piedra de escándalo para el mundo.
Argentina, Macondo al Sur de
todas las intenciones, magnífica con su cordillera de nieves eternas, con la
albura de sus glaciares, con el mar de arenas y gaviotas, con sus ríos
arteriales, el umbrío follaje de sus impenetrables, con el prodigio liminar de
su Patagonia ahíta de leyendas y de fantasías. Nueva arcadia nunca vencida,
huella primordial del hombre ascendente y puro, cuna de la humanidad.
Argentina, una patria en las
nacientes, una tierra bendecida donde se abren las esclusas de todas las
virtudes, un solar donde el viento apesebra y vela el sueño de sus hijos.
Argentina, un destino, el
umbral de tiempos mejores donde la Cruz del Sur que vislumbrara el Dante rige
con su derrotero de presagios augurales, una tierra de promisión para los
hombres y mujeres de buena voluntad, un romance consuetudinario y mágico que
viene de edades milenarias, un sueño entre visillos y una ecuación que no
encuentra todavía sus portentos.
Argentina, tierra de todo
beneficio donde fluye leche y miel, huerto deleitoso, pero también la madre de
hijos paridos para la incertidumbre, los desatinos, las controversias y los
desencuentros. Donde algunos levitan de santidad laica y otros estafan a
destajo.
Argentina de los unos y de los
otros, de ellos y de nosotros. Pero unívoca y entrañable. Sanguínea. Nuestra. Un
arrebato en los goznes de la historia. Un buen aire. Un cuerno de toda
abundancia y de riquezas pero mal distribuidas, con una cabeza de Goliat y un
cuerpo raquítico. Y con el interior más interior de todos los interiores.
Argentina tantas veces
pregonada con redoble de atabales y de tambores. Glosada por sus escritores y
poetas, puesta en pentagrama por sus músicos, pintada por sus artistas, pensada
por sus filósofos, educada por sus maestros, acrisolada por científicos y
médicos que alcanzaron la cima de su excelencia. Argentina señorial junto al
río color de ratón.
Argentina con sus grandes
valores deportivos, con sus mitos enaltecidos más allá de cualquier
cuestionamiento, con sus beatos camino a la santidad, con sus hombres y
mujeres, jóvenes y no tan jóvenes que cada día la construyen con el trabajo
cotidiano.
Porque Argentina es la Patria:
una construcción colectiva, un ensueño común, un destino de grandeza, un
sentimiento conjunto.
Argentina de los ubérrimos
ganados, de todos los climas y regiones; una tropilla de caballos al amanecer
según Jorge Luis Borges. Un destino, porque quién tiene un nombre tiene un
destino.
De estas regiones, de este
continente mágico, de esta urdimbre, de esta exuberancia, de este Macondo
sorprendente, de este fin del mundo salió un Papa para toda la cristiandad.
Como escribió García Márquez
en “Los funerales de la Mamá Grande un día “los bronces
cuarteados de Macondo se entreveraron con los profundos dobles de la Basílica
del Vaticano”.
|
|
publicado por
lineasur a las 09:32 · 1 Comentario
· Recomendar |
|
15 de Agosto, 2014
□
DATOS y NOTICIAS |
|
Distinción "Domingo Faustino Sarmiento" El día 13 de agosto de 2014, la Senadora Magdalena Odarda hizo entrega de la Distinción "Domingo Faustino Sarmiento" a nuestro reconocido escritor Don Jorge Castañeda. Con una importante concurrencia de vecinos de Valcheta y amigos del poeta que se acercaron desde otras localidades, se llevó adelante en el Centro Cultural "Libanés" un emotivo acto. Un justo reconocimiento a quien desde hace años realiza un importante aporte a la cultura y enorgullece a todos los valcheteros.
|
|
publicado por
lineasur a las 09:37 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
15 de Agosto, 2014
□
POEMAS |
|
ARBOLITOS DE MI PUEBLOJorge CastañedaValcheta (RN)Arbolitos que en invierno Se quieren como secar Sin savia por sus ramajes Sin hojas para abrigar Y qué solitarios se quedan Sin pájaros que cantar.
Arbolitos de las chacras En la tarde de cristal Abajo del Mirador Como dormidos están En el violín de sus troncos El viento quiere tocar.
Arbolitos de mi pueblo Compañeros de mi andar Son pequeños soldaditos En fila y en su lugar. Si me habrán acompañado Con su sombra servicial.
Arbolitos de Valcheta Nadie los puede olvidar Hoy están como dormidos Porque el invierno se va. Mañana otra vez de verde Sus hojas han de brotar. |
|
publicado por
lineasur a las 09:32 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
16 de Junio, 2014
□
CRÓNICAS |
|
¡OTRA QUE
BANDOLERO!
Jorge Castañeda
La
siguiente anécdota ocurrió hace ya unos noventa años y quedó plasmada en los
archivos de la misión salesiana.
Por
ese entonces la localidad de Valcheta era una población incipiente cuyos
habitantes al igual que todos los de la región del territorio rionegrino vivían
siempre bajo el peligro y la amenaza de los bandoleros, legendarios por sus
correrías.
Hombres
facinerosos y furibundos deambulaban por los dilatados desiertos patagónicos
viviendo de asaltos, ávidos de aventuras y de saqueos.
Por
eso los pocos habitantes afincados en el pintoresco valle de Valcheta estaban
bien armados. La Patagonia era por aquellos años virtualmente un verdadero
“far-west”, donde hasta los más pequeños pleitos se resolvían a balazos.
Uno
de los primeros colonos de Valcheta venido del sur de Italia fue don Nicodemo
Larrosa. A diferencia de otros, desde su llegada a la pequeña colonia agrícola
quiso echar raíces convirtiéndose en un paisano más: “se hizo amigo del mate,
del caballo, del perro ovejero, del asado y de los tehuelches. Tanto es así que
contrajo nupcias con doña María, la hija del cacique Sacamata que se encontraba
asentado en el lugar con su gente”.
Fue
uno de los vecinos más acaudalados y respetados, propietario de varias chacras
y un ejemplo de trabajo y de honradez.
Solía
contar con voz emocionada anécdotas de su vida de inmigrante. Recuerda que una
tarde “volvía arreando su puntita de ovejas para “las casas”, cuando a poca
distancia, divisó un jinete que se adelantaba hacia él. Era un hombre barbudo.
Tenía un sombrero negro, agujereado y abollado por mil y una partes. Vestía una
especie de chiripá también negro; pero totalmente hecho jirones. El caballo
flaco, cansino y sumido, denotaba que había andado mucho y que venía de muy
lejos. ¡Un bandolero! Fue lo primero que se le ocurrió a Larrosa, y
maquinalmente echó mano al trabuco que solía llevar siempre al cinto. ¡Cuál no
sería su terror, cuando se dio cuenta que no lo tenía! ¡Lo había olvidado ese
día! Entretanto, el bandido avanzaba confianzudamente. Larrosa lo hizo detener
a una distancia respetable. Y desde unos quince metros, acariciando
significativamente el cuchillo que llevaba le preguntó: “qué quería y quién
era”… El bandolero se detuvo mucho más alarmado que el chacarero. Pero cuando
escucho esa pronunciación netamente italiana, exclamó ante el asombro y la
alegría de don Nicodemo: “Dio sia Benedetto! ¿Dunque lei italiano? ¡O
Providenza Divina, grazie, grazie!”. Y taconeando su jamelgo enderezó hacia
Larrosa que aún no las tenía todas consigo, gritándole con un júbilo
indescriptible sus más afectuosas salutaciones en correcto idioma italiano.
¡Era el Padre Boido!! ¡Era el buen Padre Boido que llegaba por primera vez a
Valcheta, extenuado por el hambre, deshecho por los trajines de ocho días de
cabalgata! Cuando ya creía desfallecer y morir en el desierto patagónico, su
caballo olfateó el valle del arroyo Valcheta y allá lo llevó, donde estaba la
Providencia en la casa de don Nicodemo Larrosa”.
¿Era
un asaltante que llegaba? Sí: era el misionero de Don Bosco que venía a tomar
por asalto aquella población y conquistarla para Dios.
Historias
de vida y anécdotas de los inmigrantes
italianos en la Patagonia que como en otros lugares contribuyeron con su tesón
a forjarla y convertir los eriales en verdaderos vergeles.
Y
retazos de vida de los salesianos que aquí como lo soñara San Juan Bosco
encontraron su lugar en el mundo, como el Patirú Domingo Milanesio, el
Venerable enfermero santo Artémides Zatti, el padre “dotor” Evasio Garrone, el
Cardenal Cagliero y tantos otros.
Hombre
de gran bonhomía y querido por toda la comunidad don Nicodemo Larrosa falleció
cargado de años y dejó una de las familias tradicionales que todavía siguen
trabajando la tierra, como aquel inmigrante que un día lejano llegó lleno de
sueños a forjar la querida Patagonia.
|
|
publicado por
lineasur a las 08:52 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
05 de Junio, 2014
□
CRÓNICAS |
|
¡COMO TE
QUEREMOS MAFALDA!
Mafalda es una nena. Argentina
hasta la médula. Curiosa, terrible, inquieta, simpática, humilde, precoz, muy
despierta, irónica, algo cascarrabias, atrevida, sapiente, contestataria,
reflexiva. Y ahora por si algo faltaba Mafalda ha entrado a la realeza europea
porque es “princesa de Asturias”, ni más ni menos.
¿Acaso no dijo Sendra que
“Quino existe y que Mafalda es su profeta?
Si bien es una niña, tiene la
lucidez de los grandes. Y Mafalda piensa y toma partido siempre por la vida, por
sus valores esenciales. Nos hace pensar porque sus ocurrencias de algún modo son
el reflejo de las injusticas que pasan en el mundo. Por eso Mafalda es
universal.
A esta niña famosísima y
célebre no le gusta el inconformismo, las guerras, el hambre, el sufrimiento de
los niños, los prejuicios, las personas de doble ánimo, los timoratos, los
falaces, los políticos chantas, los materialistas y tiene “una cabeza abierta y
propensa a filosofar a partir de cualquier hecho cotidiano”.
Sin embargo esta niña que
“quiere ser alguien en la vida”, que sabe lo que busca, que se solaza con su
mascota la tortuga “Burocracia”, que sabe su pertenencia a una familia de clase
media, que camina por las calles de San Telmo ensimismada en sus reflexiones
sesudas, que denota al pobre Manolito tiene también algunos odios que
manifiesta a flor de piel: Mafalda odia, denigra y se disgusta con su majestad
la sopa. ¡Por algo será!
Preconiza su deseo de poder
contribuir de alguna manera para la paz mundial y el entendimiento entre las
naciones y está firmemente convencida de los derechos de la mujer y de su
progreso en la sociedad.
Mafalda es rebelde, pero
sensata, madura, mesurada. Nunca hiriente ni fatua. Sugiere más que impone.
Contestataria pero reflexiva. Nunca destructora, si desinhibida. Lo importante
de esta nena argentina es que tiene la utópica concepción de que este mundo se
puede cambiar. Que podemos ser mejores, y eso no es poca cosa.
Esta chica del flequillo y el
moño que ha emocionado a generaciones nació en el año 1962 y tiene entre sus gustos, pasiones que
son un poco de todos: la música de Los Beatles, la paz, los panqueques, el
globo terráqueo, las historietas del “Pájaro Loco” y los juegos infantiles.
Es aplicada porque todos los
días va a la escuela, se divierte porque tiene sus amigos; en verano cuando sus
padres pueden sale de vacaciones, le gustaría tener un auto más veloz y mejor
pero de alguna manera deja entrever que está satisfecha de lo que es.
Alguna vez dijo Mafalda “¡Sí a la democracia! ¡Sí a la
justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida! expresando el sentimiento unánime
de casi todos los hombres y mujeres de bien de este bendito país.
Mafalda es nuestra, argentina,
indispensable. Hay hasta un modo “Mafalda” de ver la vida y concebir el mundo.
Porque Mafalda nos hace ver mejores de lo que somos y nos induce a no perder
nunca los valores que alguna vez fueron nuestros: las utopías maravillosas de
no darnos nunca por vencidos. ¡Cómo te queremos Mafalda, “princesa de Asturias”!
Jorge Castañeda
Escritor - Valcheta
|
|
publicado por
lineasur a las 10:44 · 1 Comentario
· Recomendar |
|
05 de Junio, 2014
□
POEMAS |
|
DON
GREGORIO SAJARCHUK Jorge Castañeda Valcheta Ha de soñar con los trenes Don Gregorio Sajarchuk, Señor de muchas mareas Amigo del golfo azul. Su vivienda es un vagón, Los recuerdos su virtud, Entre rieles y estaciones Se quedó la juventud. Personaje de la marea No lo gana la inquietud. Hay que verlo conversar En este lugar del sur. A los obreros del riel Les muestra su gratitud. Eran tiempos de trabajo Y de hombres con actitud. Con sus pasos por la marea, Su vagón, su beatitud, Andará con sus recuerdos Don Gregorio Sajarchuk.
|
|
publicado por
lineasur a las 10:22 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
03 de Junio, 2014
□
POEMAS |
|
Quedan algunos vagones abandonados y manchados de
óxido del viejo trencito aguatero. ¡Cuánta nostalgia la de esas formaciones que
llevaban el agua desde Valcheta hasta San Antonio. Hoy son un recuerdo. Parecen
una vieja postal amarillenta durmiendo sus sueños tirados en alguna estación.
Ya no hay mangas, no están los bomberos, no pita la locomotora su canto por los
rieles. Porque todo pasó y se fue.
TRENCITO
AGUATERO
Trepando la cuesta
Sales de Valcheta
La vieja estación
Espera tu vuelta.
Al paso cansino
Tu carga aguatera
Pasa por Aguada
Pitando promesas.
Trencito de tanques
Con tu cargamento
Entre mancha Blanca
Queda tu recuerdo.
Gracias por la vida
Que hermana los pueblos
Gracias por el agua
Trencito aguatero.
Por Cinco Chañares
Rompe el silencio
El agua que llevas
Vital elemento.
San Antonio espera
Destino de puertos
El agua que lleva
Tu esfuerzo pionero.
Qué todos la beban
Eran otros tiempos
Que sigas pitando
Trencito aguatero.
Jorge Castañeda |
|
publicado por
lineasur a las 08:15 · 1 Comentario
· Recomendar |
|
30 de Mayo, 2014
□
CRÓNICAS |
|
Meseta rocosa, reino de la piedra, de la arcilla, de la arena y de la sal. Con una altura irregular de 130 a 160 metros, con una dimensión aproximada de 1800 metros de frente sobre el mar y una profundidad costa adentro de unos 800 metros promedio, con el mar de la Bahía sin Fondo por un lado y la inmensidad monótona de la estepa patagónica por el otro, se levanta la formación ¿natural? del Fuerte Argentino en el Golfo de San Matías. Centinela legendario, ¿Muelle? ¿Castillo? ¿Fuerte? ¿Otrora una isla rodeada de mar? ¿Lugar de entrada de los caballeros templarios con la reliquia del Santo Grial? Fantasías. Leyendas. Indicios. Teorías. Búsquedas. “Una vez sobre el Fuerte Argentino, mi espíritu sintió una nostalgia incontenida, una infinita emoción agridulce, como si el pasado humano estuviera concentrado en la entraña misma de la tierra” escribió la historiadora Josefina Gandulfo Arce en su libro sobre Las Grutas. ¿Era una isla el Fuerte Argentino rodeada de mar? ¿O era una isla rodeada de agua dulce por la desembocadura del Río Negro? El historiador Raúl Entraigas en su interesante libro “El fuerte del Río Negro” cita que este río era tan desconocido que Floridablanca expresa que “En la Bahía sin Fondo o Punta San Mathías desagua el río Negro o de los sauces”. Y Entraigas aclara que “Por otra parte, casi todos creían que el río de los sauces desembocaba en San Antonio y que en otras épocas, seguramente el Golfo de San Matías habría sido su boca”. ¿Había en el Fuerte Argentino hombres desconocidos que lo poblaban? El Virrey Juan José de Vértiz le advierte a Juan de la Piedra en su extensa instrucción sita en el Legajo 331 del Archivo de Indias en el General de la Nación que “entre el Negro y el Colorado viven los indos de nación Tegüelchú vaxo el mando del cacique Negro, el cual ya tiene permiso de venir a la Capital, que le den cartas para Buenos Aires. Los emisarios del cacique Negro aseguran que en la isla que hay dentro de la Bahía sin Fondo, están poblados ciertos indios o gentes no conocidas de quienes viven muy recelosas”. Y pide que investiguen eso. Le pide se entere, por medio de los aborígenes, si llegan barcos allá, y si tienen noticia de que haya extranjeros en el interior del país. ¿Quiénes eran estos desconocidos que habitaban la isla del Fuerte? Los osados que buscan en la Patagonia el derrotero del Santo Grial traído por los caballeros templarios para protegerlo citando antiguas zagas mitológicas aseguran que el mismo era una antigua fortaleza habitada por “hombres blancos” y afirman que en los antiguos manuscritos del caballero Perlesvaus, éste al llegar a las costas patagónicas en el Golfo de San Matías muestra su sorpresa porque “El castillo se divisa sobre una ínsula en el mar. El aspecto del fuerte al acercarse desde el mar es el de una isla. Y afirman que en cuanto la nave tomó puerto debajo del castillo, el mar se retiró de modo que la nave quedó en tierra seca”. Un dato más dicen los investigadores sería que se trata de la Bahía sin Fondo porque “la diferencia de mareas toma por sorpresa al piloto de la nave, dado que la diferencia entre pleamar y bajamar delante del Fuerte Argentino suele ser de hasta 10 metros, algo totalmente inusual en el resto del mundo”. Otro aporte a este misterioso promontorio lo dan las “planches” del Atlas confeccionado por el francés Martín de Moussy (geógrafo y científico contratado por el gobierno de la Confederación) que en el punto geográfico del Fuerte está marcado con dicho símbolo con la leyenda “Ancien Fort Abandonné” o sea antiguo fuerte abandonado. Destacamos que los precisos estudios geográficos del Dr. Jean Antoine Víctor Martín de Moussy, en especial su “Desccription Geographique et statistique de la Confederatión Argentine” publicada en tres tomos y un atlas fue imprescindible para futuras investigaciones sociales. Lo notable del caso es que el mismísimo Julio Verne al escribir sus libros ambientados en la Patagonia, la cual no conocía, se valiera del trabajo del médico francés. Es así que menciona entre los antecedentes de viajeros y exploradores franceses a “Alcides D’ Orbigny y a mi honorable colega el doctor Martín de Moussy”. Por tradición oral algunos antiguos pobladores del predio aseguran que “tiene el lugar una historia antiquísima y que antiguamente era un fuerte que en la cara que daba al mar tenía cañones emplazados” Visto desde arriba el Fuerte Argentino se asemeja a un par de alas de un pájaro inmenso dirigiéndose hacia el mar. Actualmente hay una búsqueda de material relacionada con el Fuerte, los templarios y la gesta del Gríal y empresas de turismo que salen desde Las Grutas para visitarlo y luego entregar a los visitantes de un Certificado de Caballero Templario como recuerdo de la excursión. ¿Otro misterio en plena Patagonia argentina? ¿Otra leyenda? ¿Otra impronta mágica y mística para esta tierra de aventuras? Que los osados saquen sus propias conclusiones. Jorge Castañeda Escritor – Valcheta |
|
publicado por
lineasur a las 10:25 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
28 de Mayo, 2014
□
CANCIONES |
|
AL POETA
GRUTENSE HUGO ALEGRE
In Memoriam
Compartí algunas
horas contigo
Frente al mar en
Las Grutas.
La pasión de
escribir
Era tanto tuya
como mía
Y algún poema nos
desvelaba
Hasta el alba.
En aquellas noches
de bohemia
Con Víctor
Menjolou,
El gordo Meis
Y con otros
residentes
Las estrellas se
conjugaban
Con el hechizo
De los sueños.
Alegre eras como
tú apelativo
Y alegres nuestros
tiempos felices.
El vino encendía
la charla
Y una dorada magia
Nos invadía.
El Boca de
nuestros amores
Destellaba en la
camiseta
Y era tan
distintivo
Como tu sombrero
Ajado de mares y
de soles.
Me visitabas en mi
comercio
Y caminábamos
intercambiando versos
Mientras los
turistas nos miraban
Con ojos
asombrados
Cuando las calles
eran de tierra
Y la peatonal no
existía.
Te recuerdo con tu
morral
En la plaza de
artesanos
Y a veces algunos
de tus poemas
Aletea en mi
corazón
Como pájaros
arrutados.
Buen amigo. Hoy de
alguna forma
Descansas y
esperas.
Nada es igual
Y todo está
cambiado.
Hoy como dice el
tango está llena
Las Grutas de
caras extrañas.
Pero anda a
destajo tu duende
Por las viejas
calles del balneario.
Y a veces me
parece verte caminar
Como antes
Y tal vez sea
verdad
Porque los poetas
no se mueren nunca.
Jorge Castañeda
Valcheta
|
|
publicado por
lineasur a las 13:11 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
|
SOBRE MÍ |
Jorge Castañeda
Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.
Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.
»
Ver perfil
|
|
|
CALENDARIO |
|
Septiembre 2024 |
|
|
DO | LU | MA | MI | JU | VI | SA | | | | | | | | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
|
|
| |
AL MARGEN |
Jorge Alberto Castañeda |
Escritor y periodista de Valcheta, localidad ubicada en la Patagonia Argentina |
| |
|