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JORGE CASTAÑEDA
Blog de literatura de la Patagonia
05 de Julio, 2016    CRÓNICAS

Jorge Castañeda: ‘La paz es fruto de la justicia’

http://redescritoresporlatierra.org/2016/07/jorge-castaneda-la-paz-es-fruto-de-la-justicia/
Palabras claves
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19 de Agosto, 2014    CRÓNICAS

EL PAPA QUE SALIO DE MACONDO


 EL PAPA QUE SALIO DE MACONDO

 Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

  Argentina, del latín argentum “plata”, por el río impetuoso y ancho que dio su nombre al Virreinato, aludiendo tal vez a que los españoles lo utilizaban para trasladar la plata desde los profusos yacimientos de Potosí.

 

Región legendaria al sur del Septentrión con ríos desmesurados cuya anchura marea como un mar, con desiertos inmensurablesque nunca se agotan, con cataratas nunca vistas porojos de hombre alguno, con ciudades perdidas refulgentes de oro y de piedras preciosas. Macondo latoy extendido caído de toda cartografía.

 

Argentina, región de la aurora, a la que puso crisma y nombre el poeta y sacerdote Martín del Barco Centenera. Fundaciones en los confines, gallardetes, estandartes y arcabuces. Frailes con paso de sotana, aventureros de toda laya, ganado cimarrón por doquiera yregiones misteriosas donde se cuecen habas y legumbres.

 Argentina, reino de la abundancia y la desmesura, donde sus habitantes originarios “viajan del mito a la realidad” y donde conviven los arcanos con la excelencia, la realidad con la negación, el orden con la entropía, la ciudad con el páramo y los hombres y mujeres de limpio corazón con timoratos de toda laya.

 

Argentina: un nombre y un destino, una frustración y una esperanza, un credo y una farsa, un empeño moral y la aleve usurpación de  inicuos y mendaces que la ponen de rodillas y que son piedra de escándalo para el mundo.

 Argentina, Macondo al Sur de todas las intenciones, magnífica con su cordillera de nieves eternas, con la albura de sus glaciares, con el mar de arenas y gaviotas, con sus ríos arteriales, el umbrío follaje de sus impenetrables, con el prodigio liminar de su Patagonia ahíta de leyendas y de fantasías. Nueva arcadia nunca vencida, huella primordial del hombre ascendente y puro, cuna de la humanidad.

 Argentina, una patria en las nacientes, una tierra bendecida donde se abren las esclusas de todas las virtudes, un solar donde el viento apesebra y vela el sueño de sus hijos.

 Argentina, un destino, el umbral de tiempos mejores donde la Cruz del Sur que vislumbrara el Dante rige con su derrotero de presagios augurales, una tierra de promisión para los hombres y mujeres de buena voluntad, un romance consuetudinario y mágico que viene de edades milenarias, un sueño entre visillos y una ecuación que no encuentra todavía sus portentos.

 Argentina, tierra de todo beneficio donde fluye leche y miel, huerto deleitoso, pero también la madre de hijos paridos para la incertidumbre, los desatinos, las controversias y los desencuentros. Donde algunos levitan de santidad laica y otros estafan a destajo.

 Argentina de los unos y de los otros, de ellos y de nosotros. Pero unívoca y entrañable. Sanguínea. Nuestra. Un arrebato en los goznes de la historia. Un buen aire. Un cuerno de toda abundancia y de riquezas pero mal distribuidas, con una cabeza de Goliat y un cuerpo raquítico. Y con el interior más interior de todos los interiores.

 Argentina tantas veces pregonada con redoble de atabales y de tambores. Glosada por sus escritores y poetas, puesta en pentagrama por sus músicos, pintada por sus artistas, pensada por sus filósofos, educada por sus maestros, acrisolada por científicos y médicos que alcanzaron la cima de su excelencia. Argentina señorial junto al río color de ratón.

 Argentina con sus grandes valores deportivos, con sus mitos enaltecidos más allá de cualquier cuestionamiento, con sus beatos camino a la santidad, con sus hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes que cada día la construyen con el trabajo cotidiano.

 Porque Argentina es la Patria: una construcción colectiva, un ensueño común, un destino de grandeza, un sentimiento conjunto.

 Argentina de los ubérrimos ganados, de todos los climas y regiones; una tropilla de caballos al amanecer según Jorge Luis Borges. Un destino, porque quién tiene un nombre tiene un destino.

 De estas regiones, de este continente mágico, de esta urdimbre, de esta exuberancia, de este Macondo sorprendente, de este fin del mundo salió un Papa para toda la cristiandad.

 Como escribió García Márquez en “Los funerales de la Mamá Grande un día “los bronces cuarteados de Macondo se entreveraron con los profundos dobles de la Basílica del Vaticano”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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15 de Agosto, 2014    DATOS y NOTICIAS

Distinción "Domingo Faustino Sarmiento"

Distinción "Domingo Faustino Sarmiento"

El día 13 de agosto de 2014, la Senadora Magdalena Odarda hizo entrega de la Distinción "Domingo Faustino Sarmiento" a nuestro reconocido escritor Don Jorge Castañeda. Con una importante concurrencia de vecinos de Valcheta y amigos del poeta que se acercaron desde otras localidades, se llevó adelante en el Centro Cultural "Libanés" un emotivo acto. 
Un justo reconocimiento a quien desde hace años realiza un importante aporte a la cultura y enorgullece a todos los valcheteros.
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15 de Agosto, 2014    POEMAS

arbolitos de mi pueblo

ARBOLITOS DE MI PUEBLO
Jorge Castañeda
Valcheta (RN)

Arbolitos que en invierno
Se quieren como secar
Sin savia por sus ramajes
Sin hojas para abrigar
Y qué solitarios se quedan
Sin pájaros que cantar.

Arbolitos de las chacras
En la tarde de cristal
Abajo del Mirador
Como dormidos están
En el violín de sus troncos
El viento quiere tocar.

Arbolitos de mi pueblo
Compañeros de mi andar
Son pequeños soldaditos
En fila y en su lugar.
Si me habrán acompañado
Con su sombra servicial.

Arbolitos de Valcheta
Nadie los puede olvidar
Hoy están como dormidos
Porque el invierno se va.
Mañana otra vez de verde
Sus hojas han de brotar.
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16 de Junio, 2014    CRÓNICAS

¡OTRA QUE BANDOLERO!

¡OTRA QUE BANDOLERO!

 

Jorge Castañeda

 

La siguiente anécdota ocurrió hace ya unos noventa años y quedó plasmada en los archivos de la misión salesiana.

Por ese entonces la localidad de Valcheta era una población incipiente cuyos habitantes al igual que todos los de la región del territorio rionegrino vivían siempre bajo el peligro y la amenaza de los bandoleros, legendarios por sus correrías.

Hombres facinerosos y furibundos deambulaban por los dilatados desiertos patagónicos viviendo de asaltos, ávidos de aventuras y de saqueos.

Por eso los pocos habitantes afincados en el pintoresco valle de Valcheta estaban bien armados. La Patagonia era por aquellos años virtualmente un verdadero “far-west”, donde hasta los más pequeños pleitos se resolvían a balazos.

Uno de los primeros colonos de Valcheta venido del sur de Italia fue don Nicodemo Larrosa. A diferencia de otros, desde su llegada a la pequeña colonia agrícola quiso echar raíces convirtiéndose en un paisano más: “se hizo amigo del mate, del caballo, del perro ovejero, del asado y de los tehuelches. Tanto es así que contrajo nupcias con doña María, la hija del cacique Sacamata que se encontraba asentado en el lugar con su gente”.

Fue uno de los vecinos más acaudalados y respetados, propietario de varias chacras y un ejemplo de trabajo y de honradez.

Solía contar con voz emocionada anécdotas de su vida de inmigrante. Recuerda que una tarde “volvía arreando su puntita de ovejas para “las casas”, cuando a poca distancia, divisó un jinete que se adelantaba hacia él. Era un hombre barbudo. Tenía un sombrero negro, agujereado y abollado por mil y una partes. Vestía una especie de chiripá también negro; pero totalmente hecho jirones. El caballo flaco, cansino y sumido, denotaba que había andado mucho y que venía de muy lejos. ¡Un bandolero! Fue lo primero que se le ocurrió a Larrosa, y maquinalmente echó mano al trabuco que solía llevar siempre al cinto. ¡Cuál no sería su terror, cuando se dio cuenta que no lo tenía! ¡Lo había olvidado ese día! Entretanto, el bandido avanzaba confianzudamente. Larrosa lo hizo detener a una distancia respetable. Y desde unos quince metros, acariciando significativamente el cuchillo que llevaba le preguntó: “qué quería y quién era”… El bandolero se detuvo mucho más alarmado que el chacarero. Pero cuando escucho esa pronunciación netamente italiana, exclamó ante el asombro y la alegría de don Nicodemo: “Dio sia Benedetto! ¿Dunque lei italiano? ¡O Providenza Divina, grazie, grazie!”. Y taconeando su jamelgo enderezó hacia Larrosa que aún no las tenía todas consigo, gritándole con un júbilo indescriptible sus más afectuosas salutaciones en correcto idioma italiano. ¡Era el Padre Boido!! ¡Era el buen Padre Boido que llegaba por primera vez a Valcheta, extenuado por el hambre, deshecho por los trajines de ocho días de cabalgata! Cuando ya creía desfallecer y morir en el desierto patagónico, su caballo olfateó el valle del arroyo Valcheta y allá lo llevó, donde estaba la Providencia en la casa de don Nicodemo Larrosa”.

¿Era un asaltante que llegaba? Sí: era el misionero de Don Bosco que venía a tomar por asalto aquella población y conquistarla para Dios.

Historias de vida y anécdotas de los  inmigrantes italianos en la Patagonia que como en otros lugares contribuyeron con su tesón a forjarla y convertir los eriales en verdaderos vergeles.

Y retazos de vida de los salesianos que aquí como lo soñara San Juan Bosco encontraron su lugar en el mundo, como el Patirú Domingo Milanesio, el Venerable enfermero santo Artémides Zatti, el padre “dotor” Evasio Garrone, el Cardenal Cagliero y tantos otros.

Hombre de gran bonhomía y querido por toda la comunidad don Nicodemo Larrosa falleció cargado de años y dejó una de las familias tradicionales que todavía siguen trabajando la tierra, como aquel inmigrante que un día lejano llegó lleno de sueños a forjar la querida Patagonia.

 

 

 

 

 

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SOBRE MÍ
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Jorge Castañeda

Escritor nacido en Bahía Blanca (Pcia. de Buenos Aires) el 23 de Agosto de 1.951, se radicó desde el año 1953 en la localidad de Valcheta, Pcia. de Río Negro.

Entre sus obras publicadas pueden citarse, entre otras, "La ciudad y otros poemas", "Poemas sureños", "Poemas breves", "Sentir patagónico", "Arturo y los soldados", "Como Perón en el cuadro", "Poemas cristianos", etc.

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Jorge Alberto Castañeda
Escritor y periodista de Valcheta, localidad ubicada en la Patagonia Argentina
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